Dolores Pérez se preparaba a principios de esta semana para un largo viaje. Salió de Burgos en dirección a Cádiz, donde el martes, a las 17.00 horas, estaba previsto que zarpara el buque que le llevaría hasta Gran Canaria, adonde iba a llegar el jueves a primera hora de la mañana después de 40 horas de navegación. En cambio, una avería en el buque Albayzín de la compañía Trasmediterránea ha hecho que el viaje se convierta en una odisea. Ella, junto a 227 pasajeros, llevaban dos días atrapados en la ciudad andaluza a la espera de que zarpe el ferri. Los nervios afloraron sobre las 18.00 horas, justo el momento en que la naviera las había informado de que el barco iba a partir. Sin embargo, vieron que a esa hora seguían en las cubiertas sine die. "El barco se retrasa hasta nueva orden", aseguró José Luis Quirós que les respondió la tripulación. Al cierre de esta edición, la compañía gestionaba el regreso de los viajeros por avión durante el día de hoy y en otras embarcaciones a lo largo del fin de semana.

La secuencia de los hechos se inicia el martes sobre las tres de la tarde en el puerto de Cádiz, dos horas antes de la salida programada. En aquel momento, gran parte de los más de 200 pasajeros, que habían llegado desde Burgos en el caso de Dolores Pérez, Tarragona como le ocurrió a José Luis Quirós o Sevilla como le sucede a Francisco Romano Hidalgo, conocieron que el barco tenía una avería y que su salida se iba a retrasar. La compañía los alojó en los camarotes a quienes tenían comprado un billete con cama, o en hoteles aquellos que iban a viajar en butaca, a la espera de la salida, que, en un principio, se programaba para las ocho de la mañana de ayer, jueves, y después se retrasó a las seis de la tarde.

La resignación que mantuvieron los afectados en los dos primeros días se convirtió en indignación en la tarde de ayer al ver que, después de cargar los vehículos sobre las tres de la tarde, el Albayzín seguía atracado en el puerto de Cádiz. Los pasajeros se concentraron en la recepción para exigir explicaciones. "El barco se retrasa hasta nueva orden", fue la respuesta que recibieron, según apuntó José Luis Quirós, quien estaba deseando llegar a Vecindario para abrazar a sus hijos después de pasar unos meses trabajando en la localidad turística catalana de Salou. "Estamos desesperados", comentó Dolores Pérez, que aseguró que entre el pasaje había niños y personas que no se han podido incorporar a sus puestos de trabajo.

Regreso en avión

Anoche, a última hora, Trasmediterránea ofreció a los afectados regresar al Archipiélago en avión y quienes tengan algunos de los 130 vehículos hacerlo en el ferri de Naviera Armas que realiza la misma ruta Península-Canarias, aunque saliendo el sábado desde Huelva, o esperar a que se solucione la avería. A la vez, retiraba de internet la venta de billetes para sus rutas desde Cádiz con el Archipiélago durante las próximas dos semanas.

Este mismo buque, que cubre regularmente la ruta Cádiz-Arrecife-Las Palmas de Gran Canaria-Santa Cruz de Tenerife-Santa Cruz de La Palma-, sufrió el pasado mes de agosto una avería eléctrica cuando se encontraba próximo a Lanzarote, quedando, según los pasajeros, a la deriva, un hecho que negó la compañía. El Albayzín pudo seguir navegando hasta alcanzar al puerto de Arrecife, donde quedó atracado para solucionar la avería mientras que los ocupantes fueron recolocados en barcos de Naviera Armas para que pudieran llegar a su destino final.