Un cazador tinerfeño que recorría una vereda que está fuera del circuito de senderos del Teide encontró el viernes por la tarde el cadáver momificado de Víctor Teni, el deportista que era buscado desde hacía casi cuatro años por todo el Parque Nacional. El cuerpo, con ropa deportiva y en perfecto estado de conservación por las bajas temperaturas, se encontraba en una zona cercana a la base del Teide, a unos 3.000 metros de altitud, en la cara que mira al norte de la Isla.

El cuerpo debió caer de una parte cercana a la cima del Teide -por causas que se desconocen pero que pudieron tener que ver con placas de hielo que se formarían cuando desapareció, el 1 de enero- y caería rodando por la pronunciada pendiente de la falda norte del volcán entre 100 y 200 metros, deteniéndose justo detrás de una piedra, en un punto situado a unos 50-100 metros del Pico de las Cabras, de coladas volcánicas. Algunos de los objetos que llevaba quedaron regados por la pendiente, como por ejemplo su teléfono móvil. Pruebas de que se pudo tratar de un hecho accidental.

A primera hora de la mañana del sábado, nueve agentes de la Guardia Civil -del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) y de la Policía Judicial- se dirigieron a la cima del Teide en el teleférico para de allí descender a la zona donde se había hallado el cadáver, acompañados por el cazador, el único que conocía bien esos parajes del Parque Nacional. Incluso al equipo de rescate le costó encontrar el cuerpo pese a las indicaciones del cazador pero tras cerca de dos horas lo localizaron.

El rescate lo llevó a cabo un helicóptero de la Guardia Civil, que trasladó el cadáver a Los Rodeos, para allí llevarlo al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicará la autopsia. La zona era tan escarpada y de difícil acceso que el helicóptero tuvo también que recoger a los nueve miembros del equipo del cuerpo armado en esa misma zona. De ahí que los intensos operativos de rescate montados nada más denunciarse la desaparición de Víctor Teni no lo encontraran. Estaba en un punto que no se aprecia desde la red de senderos y el cuerpo lo ocultaba una piedra. Solo uno de lo cazadores que conocen perfectamente la zona, como el que dio el aviso el viernes, podía encontrarlo. El cuerpo se halló con ropa deportiva y objetos que le pertenecían. Solo falta la confirmación oficial de la autopsia pero las fuentes consultadas apuntan sin lugar a dudas que se trata del deportista tinerfeño.

El día de su desaparición, el 1 de enero de 2014, Teni había propuesto a dos amigos, también deportistas, pasar el primer día del año en el Parque Nacional. No pudieron acompañarlo ni ellos ni su madre y, por este motivo, decidió subir solo. Llegó al Parque en torno a la una de tarde y fue directamente al Parador a recoger las llaves del refugio donde tenía pensado dormir. En ese refugio dejó su furgoneta y un tupper con la cena que le había preparado una de sus hermanas.

La última vez que fue visto con vida fue a las 17.15 horas del mismo día por un senderista grancanario. Entonces se desplegó un amplio dispositivo de búsqueda que días después se suspendió al no tener ninguna pista. Finalmente, el viernes sus familiares conocieron el trágico desenlace.