El juicio con jurado en Cuenca contra Sergio Morate por el asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo en agosto de 2015 comenzó ayer con gran tensión a la llegada y la salida de la Audiencia Provincial del procesado. Morate, procedente de la cárcel de Estremera (Madrid), fue increpado con gritos de "miserable" y "asesino"

Esta tensión se manifestó también en momentos puntuales de la vista, durante la declaración de algunos familiares. Así, la hermana de Marina, Alina Okarinska, ha dijo a Morate antes de iniciar su declaración ante el tribunal: "Desgraciado, levanta la cabeza y mira a mi madre a la cara".

En el transcurso de la vista, Morate se acogió a su derecho a no declarar, al igual que hicieron sus padres, José Agapito Morate y María Jesús Garcés Escribano, y su hermano Óscar. Sí declararon la madre de Laura, María Chamón, y sus dos hermanas, Sonia y Cristina del Hoyo, que confirmaron que Laura y Marina eran amigas y han relatado cómo vivieron aquel 6 de agosto en el que fueron asesinadas.

A su vez, los padres y la hermana de Marina Okarinska, Alina, coincidieron en poner de manifiesto la difícil relación que tenía con Morate, una vez que habían dejado su relación de pareja tras vivir juntos cuatro años.

Además, Alina relató que el acusado era muy celoso y que Marina le había comentado que tenía que acabar su relación con él, porque se había convertido en "una pesadilla". También coincidió con su madre, Olha Okarinska, en señalar que su hermana se sentía controlada y vigilada, porque Morate era muy celoso. Ambas recalcaron que el acusado había obligado a Marina a dejar algunos de los trabajos que tenía, aduciendo que le restaban tiempo para su relación de pareja.

Varios testigos -entre ellos, Várvara N., una amiga ucraniana de Marina; la madre de ésta, María N.; y María Luisa L.B., que regenta un restaurante en el que estuvo trabajando la joven-, han señalado que Marina había sufrido algún episodio de violencia física y han confirmado el carácter dominante y controlador de Morate.

Várvara ha dicho que incluso llegó a grabar a su amiga sin que ésta se diera cuenta, porque tenía un mal presentimiento, y Marina le había relatado alguno de estos episodios; Marina, según este testigo, no había querido denunciar a Morate porque tenía aprecio por la madre de éste, ya que había convivido con la familia. Además, tanto Várvara como Alina Okarinska han asegurado que Morate fue a buscar a Marina a Ucrania cuando la víctima se marchó a finales de marzo, aunque no la encontró.