Una médico muere estrangulada por su pareja, que se entrega en el aeropuerto

La cronología del suceso, según las fuentes policiales consultadas, comenzó cuando el presunto agresor, identificado como J. A. P. B., también de nacionalidad cubana, que, curiosamente, ayer también cumplió años -45-, sostuvo una discusión con la víctima en el domicilio que ambos compartían en la calle Tenerife, nº 52, en el piso segundo izquierda, y acabó con su vida, probablemente estrangulándola. A media noche, esta persona llamó a un sobrino que vive en Los Cristianos y le confesó lo que había hecho con su pareja y que había huido del lugar. El familiar, alertado por lo sucedido, se puso en contacto con la Policía Local de Arona, a la que contó la conversación que sostuvo con su tío. Una dotación de este cuerpo policial se desplazó al domicilio y, ante la imposibilidad de abrir la puerta, contactó con el casero, quien le facilitó la entrada al inmueble.

En una primera inspección, los agentes no hallaron ni al supuesto agresor ni a la víctima. Sin embargo, un hedor inundaba la estancia, por lo que revisaron de forma más concienzuda todas las habitaciones y, en una de ellas, dentro de un armario, enrollado en una alfombra, se encontraba el cadáver de L. H. R. Una vez llegados los médicos del Servicio de Urgencias Canario (SUC), sólo pudieron certificar la muerte de la mujer.

Casi al mismo tiempo llegaban al domicilio las primeras dotaciones de la Guardia Civil que acordonaban la vivienda mientras ponían los hechos en conocimiento del Equipo de Policía Judicial del Instituto Armado de Playa de las Américas y del titular del Juzgado nº de Arona, que se encontraba en funciones de guardia, acompañado del médico forense. Éste determinó que la causa de la muerte era violenta, por lo que se ordenó el levantamiento del cuerpo y su posterior traslado hasta el Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia y, de esta manera, poder determinar las causas reales del óbito. Según el forense, el fallecimiento, a tenor del rigor mortis y el olor que desprendía el cuerpo, debió de ocurrir doce horas antes del hallazgo.

Intentó huir por vía aérea

Mientras, las fuerzas del orden peinaban el barrio de El Fraile en busca de J. A. P. B., pero no consiguieron dar con su paradero.

Alrededor de las cuatro de la madrugada, la Guardia Civil recibía una llamada, donde esta persona manifestaba que se encontraba en el aeropuerto de Los Rodeos, con la intención de abandonar Tenerife, pero, al no existir conexiones a esa hora, había decidido entregarse. La Guardia Civil detuvo al individuo, que fue acusado de un presunto delito de violencia de género y fue puesto a disposición del Juzgado de Violencia de Género de La Laguna, municipio donde fue apresado.

El subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife manifestó que no constan antecedentes por violencia de género ni orden de protección que hubiera solicitado la mujer. Además, ambos se encontraban en situación regular en España. De hecho, según las fuentes policiales consultadas, J. A. P. B., había llegado de Cuba hacía tres semanas.

La víctima, esposa de este hombre con quien tenía un hijo de seis años, llevaba años residiendo en la Isla. Trabajaba en una cafetería en el barrio de Malpaso.

Esta joven, que había estudia-do en su país natal la carrera de Medicina, estaba en estos momentos en trámites para convalidar sus estudios y poder ejercer su profesión.

La fallecida había comentado a sus amistades que ya había presentado los últimos documentos oficiales que le solicitaban para la convalidación y que esperaba en breve que su petición fuese aprobada.

Por lo que respecta al menor, que en el momento de ocurrir los hechos se encontraba en casa de su abuela, la familia materna se ha hecho cargo del hijo de ambos, y tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo Insular de Tenerife han puesto en marcha el protocolo de atención psicológica previsto para estos casos. Por su parte, el Ayuntamiento de Arona activó el Dispositivo de Emergencia para Mujeres Agredidas (DEMA) y activó un equipo de psicólogos para atender a los familiares. Hoy está previsto que la Corporación sureña declare un día de luto y prepare un acto de condena ante este presunto episodio de violencia de género.

Cronología

La primera muerte por violencia de género en el Archipiélago este año ocurrió el 31 de marzo en Telde (Gran Canaria), cuando Yurena López Henríquez, de 23 años, moría estrangulada, supuestamente, por su exnovio, Ayoze Gil, de 34, que posteriormente se entregó a la Policía Nacional.

El 3 de marzo, fallecía María Victoria Zanardi Maffiotte, Vicky, de 44 años, asesinada a golpes por el que era su pareja, José Iván D. F., de 36 años, que trató de borrar las pruebas incendiando el domicilio donde ambos convivían en la calle La Rúa, nº 54, en La Laguna. El agresor se fue hasta El Médano, donde se golpeó en repetidas ocasiones con una piedra en la cabeza. El acusado relató que no recordaba la hora, pero que aún estaba el sol, que cree que perdió el conocimiento "porque, en el momento en que estaba siendo atendido, era ya de noche". La Policía Local de Granadilla lo detuvo y lo entregó en la Comisaría de la Policía Nacional de La Laguna.

El 30 de junio perdía la vida en Mogán Donna Crowley, de 47 años, asesinada a golpes por su expareja, Jim Break, de 80 años, ambos de nacionalidad británica y él antiguo boxeador. Fue detenido por la Guardia Civil. El Ministerio de Asuntos Sociales ha puesto este caso en investigación.

El 5 de agosto, María Belén García Pérez, de 38 años, era asesinada a golpes por su pareja, Andrés H. O., en el barrio de El Draguillo, en Tenerife, tras lo cual fue detenido.