El centro de Protección Animal de Tierra Blanca sufrió la madrugada del viernes al sábado un asalto tras el que desaparecieron dos perros relacionados con el proceso judicial abierto por el caso de las peleas de canes en Güímar. Fuentes directamente relacionadas con la investigación han confirmado a la opinión de tenerife que estos perros fueron requisados en el marco de esta macro operación policial que se saldó con 10 detenidos y 70 perros requisados en la Isla.

Los dos canes desaparecidos -dos hembras- son mestizos de pitbull y american bully, dos razas muy apreciadas en este tipo de combates. La principal hipótesis para explicar este asalto es que se hayan querido recuperar estos dos animales, que además están muy valorados económicamente en este mercado. De esta manera, las pintadas con lemas animalistas como "No al maltrato" o "Basta ya de castración animal", que aparecieron en las paredes de este centro, serían solo una maniobra de despiste.

Los asaltantes entraron a una de las naves de este centro, que pertenece al Cabildo de Tenerife pero que gestiona la empresa Tragsa, y con una cizalla rompieron las mallas metálicas de las jaulas y dejaron libres a 17 animales, que al no estar acostumbrados a convivir con otros perros, acabaron atacándose. Como consecuencia murieron dos de ellos y otros cuatro permanecen en el veterinario.

Este fin de semana, agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estuvieron recogiendo datos y sacando fotos en el centro, ya que todavía existe un procedimiento judicial abierto que trasciende el ámbito insular, ya que la red que operaba en la Isla pertenecía a un circuito nacional de peleas de perros. De hecho, es el juzgado de instrucción número tres de Torrejón de Ardoz (Madrid) el que lleva el caso, incluido los hechos ocurridos en Tenerife.

En la Isla, la operación salió a la luz cuando en la madrugada del domingo 19 de febrero, una veintena de agentes intervinieron una finca rural en la zona conocida como Hoya La Vieja, en el municipio de Güímar. Allí, en un improvisado ring que instalaron en un salón bajo la vivienda celebraban presuntamente las peleas de estos animales, mientras los asistentes disfrutaban de una chuletada.

Operación nacional

Además de la finca de Güímar, los agentes intervinieron en otras dos más ubicadas en La Laguna y Arona. En esta última, se encontraron decenas de animales en malas condiciones, entre ellos una treintena de perros, pero también gallos, gallinas, faisanes y palomas.

Aunque hubo una veintena de personas relacionadas con el caso en la Isla, solo 10 pasaron a disposición judicial. Sin embargo, en la actualidad todos se encuentran en libertad con cargos. Cuatro de ellos lo hicieron tras la declaración en el Juzgado de Güímar el 21 de febrero, pagando una fianza de entre 3.000 y 5.000 euros, mientras que los seis restantes lo hicieron el pasado mes de julio.

Las asociaciones animalistas habían mostrado su inquietud recientemente porque habían visto a personas merodear por los alrededores de los refugios en los que se encuentran los animales requisados durante esta operación. En concreto, tenían constancia de que había dos de los perros rescatados que tenían un alto valor económico para esta red, ya que por su pedigrí eran utilizados para la cría.

70 animales rescatados

Tras la operación policial fueron rescatados al menos 70 animales de razas potencialmente peligrosas, que fueron repartidos entre el refugio de animales de Tierra Blanca ubicado en Fasnia, el albergue de la Asociación para la Defensa y Protección de los Animales en Canarias (Adepac) en El Sauzal, Valle Colino, diferentes residencias y hoteles caninos, y hasta en casa de particulares.

El problema es que la Justicia todavía no ha aclarado quién debe hacerse cargo de todos estos animales, por lo que han sido las diferentes protectoras las que se han hecho cargo de mantener a estos canes.

De hecho, Adepac lanzó recientemente una llamada de SOS para poder seguir haciendo frente a la manutención de estos perros, ya que su presidenta, Yahaira Thovar, aseguró a la opinión de tenerife que la asociación debe ya 50.0000 euros a residencias y hoteles caninos donde ha derivado a parte de estos animales y manifestó que el colectivo no tiene los medios necesarios para hacer frente a estos gastos, ya que asegura que desembolsa una media de 500 euros al día por el mantenimiento de estos canes.

Al tratarse de perros de razas potencialmente peligrosas, que son las que usaba la banda para llevar a cabo estos combates a muerte, las condiciones en las que tienen que mantenerse estos animales son más exigentes. Deben de vivir en jaulas individuales, ya que al estar entrenados para atacar, pueden pelearse con el resto de los perros. Las asociaciones denuncian que ninguna administración ha querido colaborar porque mantienen que este asunto no entra dentro de sus competencias.