Al menos 28 personas fallecieron ayer y otras 24 resultaron heridas durante un tiroteo en una iglesia de Texas (EE UU) protagonizado por una persona que también murió durante el ataque, informaron autoridades locales.

Este tiroteo ocurrido ayer en Texas se produjo algo más de un mes después de que otro suceso de este tipo sacudiera el país estadounidense, al fallecer en Las Vegas (Nevada) más de 50 personas que acudían a un concierto.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se encuentra de viaje en Japón, aseguró que sigue desde allí con mucha atención la situación en Texas.

El incidente sucedió ayer en Sutherland Springs, a 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas), en donde las autoridades desplegaron un fuerte dispositivo policial, que incluye la presencia de agentes del FBI. El comisionado del condado Wilson Albert Gamez indicó a la cadena de televisión MSNBC que la cifra de muertos ascendía a 28 personas y que había al menos 24 heridos.

La Policía local informó por su parte de que el autor de los disparos murió, según el canal local KSAT12 que no precisó las causas de ese fallecimiento.

Por su parte, un policía indicó a Fox News que ya no hay una "amenaza activa" en el templo, que a la hora del suceso se celebraba una misa. Un testigo manifestó a KSAT12 que sobre las 11.30 hora local (17.30 GMT) un hombre armado entró en la iglesia y abrió fuego contra los que se hallaban en el templo.

Otro testigo, un trabajador de una gasolinera cercana al templo baptista, señaló a la cadena CNN que escuchó unos 20 disparos "en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso".

Poco después, el gobernador de Texas, Greg Abbott, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter condenando el ataque. "Nuestras plegarias están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado en esa iglesia", manifestó el gobernador.