La madre de la niña de dos años que fue degollada por su padre el domingo en Alzira (Valencia) había abandonado el domicilio para ir a denunciar unas amenazas, según explicó ayer una compañera de trabajo, y no se llevó consigo a su hija porque estaba durmiendo. Tanto esta mujer como la tía de la niña fallecida han confirmado que la madre tenía intención de separarse del presunto asesino porque "no se llevaban bien como pareja".

"Ella nunca nos dijo que le pegara, porque lo hubiésemos denunciado", han explicado ambas mujeres, quien han asegurado que el agresor solía comportarse bien con la niña. Por otra parte, el alcalde de la localidad, Diego Gómez (Compromís), explicó a los periodistas que ni la Policía Local ni los servicios sociales han tenido constancia de ninguna denuncia.

"Es una pareja joven, de origen rumano, que se trasladó a Alzira. Llegaron con su hija, se empadronaron hace más de un año. En abril de 2016 requirieron una ayuda puntual para un tema de vivienda", aseguró el alcalde, tras informar de que la madre se encuentra "protegida en un entorno familiar".

El crimen se produjo el domingo sobre las 17.00 horas en el número 12 de la calle del Pare Castell de Alzira cuando, por causas que se investigan, el hombre, de nacionalidad rumana, mató supuestamente a su hija con un arma blanca. Posteriormente se precipitó desde el segundo piso y fue trasladado a un centro de salud, aunque al no tener heridas de gravedad fue conducido a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Alzira. Decenas de personas se concentraron en la plaza Mayor de la localidad para condenar el crimen.