Un terremoto de gran magnitud, 7,3 grados en la escala Richter, registrado en la noche del domingo en la zona fronteriza entre Irán e Irak, se ha saldado con más de 400 muertos y cerca de 7.000 heridos. El epicentro se ha localizado en territorio iraní, donde se han producido la mayoría de las víctimas. Irán e Irak están situados sobre varias fallas tectónicas y son relativamente frecuentes los terremotos. El terremoto ha afectado especialmente a la provincia de Kermanshá, donde ya hay contabilizados más de 300 muertos. Agencias