Cinco años, ocho meses y diez días. Ese ha sido el tiempo que ha tenido que esperar la familia de Ana María Artiles y Antonio Quesada, el matrimonio que desapareció en Guanarteme en 2012, para poder darles el último adiós. Miriam, una de sus hijas, señala el tiempo que ha pasado desde entonces como si fuera una gran losa pesada que por fin se quitan de encima. "Estamos casi como celebrando que ya están con nosotros", apuntaba ayer desde la sala 104 el Tanatorio de San Miguel de Las Torres, donde ambos son velados casi tres meses después de que sus restos fueran encontrados por un perro cazador en una ladera de Agüimes. El matrimonio será enterrada a mediodía de hoy en el cementerio de San Lázaro.

Miriam Quesada afirmó que estarán "eternamente" agradecidos a las cientos de personas que durante el último lustro han trabajado porque el caso de sus progenitores no cayera en el olvido. "Aunque viviéramos mil años no podríamos pagarle lo que han hecho por nosotros", agregó. Al final, después de tanto trabajo por conseguir alguna pista sobre el paradero de sus padres, fue una perra que, de manera casual, hallaba los restos del matrimonio en una ladera del barranco de Las Vacas, entre Agüimes y Temisas.

Tanto Miriam como sus hermanas Loli, Mari Carmen, Mercedes y Antonio, no dejaron de recibir en el día de ayer el apoyo de decenas de personas que acudieron hasta el citado tanatorio de la capital grancanaria para apoyarles en unos momentos tan duro. Ellas solo tenían tiempo para atender a amigos, allegados o simplemente desconocidos, que durante este tiempo han luchado porque la búsqueda de Antonio y Ana María siguiera latente.

Para que esto ocurriera también se encargó Pepi González, presidenta de la Asociacion de Vecinos La Barriada de Guanarteme y Chile, quien no cesó en su empeño de conmemorar cada aniversario con una marcha en la que participaban numerosos colectivos de todo el Archipiélago. González quiso estar en la tarde de ayer junto a la familia para mostrarle un apoyo que mantuvo desde el día que se conoció la desaparición del matrimonio. "Hay que agradecer a mucha gente, al club de moteros, que han venido de varios puntos de las Islas; al grupo de rescate Giors que siempre ha estado ahí; a las batucadas, que nos han ayudado a hacer ruido para que más gente se sumara, y a muchos vecinos que desinteresadamente nos ayudaron a hacer las pancartas y a recaudar dinero para costearlas", señaló la dirigente vecinal.

Las búsquedas no acaban

La familia de Ana María Artiles y Antonio Quesada también recibió ayer el calor de los allegados de otros desaparecidos, como la tía de Yéremi Vargas, la abuela de Sara Morales, la hermana de Carmelo García, de quien no se sabe nada desde 2005; o los padres de Antonio Luis García, cuyo paradero se desconoce desde el 10 de marzo de 2011. "Les he dicho que vamos a seguir luchando por ellos, que esto no se va a acabar aquí", afirmó Pepi González.