La Guardia Civil, en el marco de la denominada operación 'Tridentis' desarrollada en Canarias, desarticuló una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína oculta en dobles fondos, con la detención de sus siete integrantes. Para la consecución de sus objetivos, los miembros de esta organización habían ideado una fórmula sofisticada para la introducción de importantes cantidades de cocaína por medio de vehículos provenientes de la Península y que eran enviados hasta Canarias equipados con dobles fondos practicados con dos elaborados tipos de sistemas de apertura.

El primero de los sistemas consistía en una combinación de activaciones electrónicas del cuadro de mandos del vehículo, como luces, ventanillas, etc. que, combinado en la secuencia correcta, producía la apertura de los sistemas de cierre de las trampillas de los dobles fondos en el suelo. El segundo de los sistemas consistía en la fabricación de un compartimento anexo al chasis en los bajos del coche, que se cerraba con una tapa metálica con anclajes provista de un orificio que, usando una llave punzón, activaba mecánicamente la apertura de la tapa de acceso al compartimento de ocultación.

La organización disponía de un camión utilizado para el transporte entre islas que cargaban con pesadas planchas de grandes dimensiones y que, a primera vista, eran compactas. Sin embargo, en su mitad y su parte inferior, se ubicaban planchas con el centro horadado que servían como espacio interior de ocultación, atandolas con cinchas para grandes tonelajes.

Los investigadores abordaron en el puerto de Santa Cruz de Tenerife un camión cargado con una cantidad relevante de cocaína oculta en un compartimento oculto cuando se disponía a embarcar hacia Las Palmas de Gran Canaria. Tras desmontar las planchas, los agentes hallaron siete kilos de cocaína, procediendo en ese momento a la detención del transportista componente de la organización ahora desarticulada.

Esta primera actuación desencadenó en la orden de detención de los seis miembros restantes de esta organización criminal, procediendo en las horas siguientes a su detención en los municipios de Granadilla de Abona, Arona y Los Llanos de Aridane. Los líderes de la organización son dos residentes del municipio de Los Llanos de Aridane. Actualmente éstos se encontraban en expansión en las islas de Tenerife y Gran Canaria, donde estaban ocupando grandes cotas de mercado ilícito, logrando beneficios mensuales superiores al millón de euros. Para dar apariencia de legalidad a los grandes beneficios obtenidos de estas actividades ilegales uno de los líderes supuestamente blanqueaba el dinero a través de un restaurante ubicado en el casco de ese municipio que dirigía la mujer de éste, quien también fue detenida como miembro de esta organización.

Entre las actuaciones realizadas y los registros domiciliarios practicados se han intervenido un total de diez kilos de cocaína, 3 de hachís, un inmueble de gran valor, 21 vehículos (encontrándose algunos de ellos con los dobles fondos descritos anteriormente), más de 9.000 euros en efectivo, numerosos teléfonos móviles, una prensa hidráulica, así como diversos compuestos químicos para el corte y adulteración de la cocaína.

Con la detención de estas siete personas, tres de origen colombiano, dos hombres y una mujer, tres hombres españoles de origen canario y un último hombre de origen marroquí, con edades comprendidas entre los 36 y 50 años, se da por desarticulada esta organización criminal instalada en Canarias, aunque no se descartan más acciones relacionadas con las actividades de la misma.