La autopsia realizada al cadáver de Hilaria, la anciana de 89 años que falleció en Jinámar y cuyo nieto convivó con su cadáver durante once días, determina que falleció por causas naturales. De esta forma se descarta que su pariente, que se encargaba de sus cuidados, la dejara morir de hambre.

La subdirectora del Instituto Anatómico Forense de Las Palmas de Gran Canaria, Eva Bajo, señaló que la mujer falleció de muerte natural. Así, la Policía trata de esclarecer por qué David, el nieto de la octogenaria, permaneció más de una semana con el cuerpo en un dormitorio de la vivienda mientras se descomponía.

Los hechos se remontan al pasado 17 de noviembre cuando Hilaria fallecía. David omitió entonces llamar por teléfono a la Policía o a los servicios médicos para advertir de su muerte hasta que a mediodía del pasado martes finalmente llamó a la Policía Nacional y relató lo ocurrido. En uno de los dormitorios de la vivienda yacía su abuela, que, según la declaración de su cuidador, había fallecido once días antes.

El juez de guardia de Telde, Julio Wood, ordenó el mismo martes la detención del nieto por un presunto delito de homicidio en comisión por omisión. Sin embargo, lo puso en libertad con cargos ayer después de tomarle la declaración. El magistrado estaba a la espera del resultado de la autopsia para volver a tomarle la declaración.

Una de las hipótesis que se investiga es si el hombre, de 34 años de edad, esperó a cobrar la pensión para dar a conocer el fallecimiento.