Una súbdita sueca, de nombre de pila Susana, de unos 50 años, fue descubierta ayer domingo sin vida en la zona de la piscina de la vivienda donde residía desde hace un año y medio en Tauro, en el municipio grancanario de Mogán. En un principio se barajaba la posibilidad de que se tratase un posible caso de violencia de género.

Los hechos de que su expareja no pudiera ser localizada, que se sospechase de que hubiese huido y que, según testigos, había tenido una discusión con la ciudadana sueca la noche anterior, hizo considerar esta hipótesis.

Sin embargo, los agentes comprobaron después de una inspección preliminar de que no había indicios claros de lesiones físicas aparentes en el cadáver. Por tanto, será el informe de la autopsia que se realizará probablemente durante hoy lunes en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria el que determinará las causas exactas de este óbito.

El hallazgo por parte de una persona conocida de la fallecida fue en torno a las 10.00 horas de ayer en la casa que Susana tenía alquilada en calle Canadá en Tauro. Poco después, este testigo alertó al Puesto Principal de Puerto Rico-Mogán de la Guardia Civil.

Entonces, inmediatamente fueron varios agentes del instituto armado a la citada vivienda, y confirmaron el fallecimiento. Iniciaron las primeras pesquisas y recogida de manifestaciones de varias personas.

El levantamiento del cadáver, tras la llegada de la Autoridad Judicial de los juzgados de San Bartolomé de Tirajana, fue en torno a las tres de la tarde.

Tras recoger varios testimonios que señalaron que hubo una discusión por la noche, se procedió a la búsqueda de la expareja de la mujer fallecida.

Horas más tarde, por la tarde, se presentó en la casa situada en la calle Canadá este varón de nacionalidad irlandesa que declaró como testigo. Finalmente, quedó en libertad tras el interrogatorio al no encontrarse, en principio, indicios de criminalidad alguno.

"Terrible"

El descubrimiento de Susana fallecida en la zona de la piscina fue motivo de sorpresa para los vecinos de la zona. Esta mujer decidió residir y trabajar desde hace un año y medio en Gran Canaria tras haber disfrutado antes de varios periodos vacacionales.

Pasadas las cuatro de la tarde un grupo de vecinos y amigos que residen en la calle Canadá se encontraban en un restaurante próximo, junto a un supermercado. Ellos, alemanes, conocían a Susana porque habían jugado con ella al golf.

"Es terrible lo que haya pasado. No comprendo qué paso", comentó una de las mujeres del grupo. "Ella vivía actualmente sola. En su casa estaba un amigo como huésped unos días", agregó. Una trabajadora de la zona afirmó que "es sorprendente" este tipo de sucesos. "No es nada normal. Era cliente, educada y tranquila", puntualizó.