La principal hipótesis que barajan los investigadores de la Guardia Civil desplazados desde la Península, en apoyo de los miembros de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, es que el hombre que apareció enterrado a unos tres metros de profundidad en una obra inconclusa en Amarilla Golf, en el municipio tinerfeño de San Miguel, pudo morir asesinado.

Los agentes no habían retirado ayer el cuerpo del lugar, ya que la tierra de la tumba es analizada de manera minuciosa. Esta tarea tiene por objetivo hallar restos de sangre o cualquier otro indicio que permita dar con los autores, tras el cotejo del ADN. En cuanto a la filiación del cadáver, todo son hipótesis, aunque se baraja que pudiera tratarse de V. A. M. G., de 35 años, que desapareció el pasado día 8 de San Isidro, en Granadilla de Abona, al sur de la Isla. Esto vendría avalado por el hecho de que en las proximidades de donde se halló el cuerpo, la Guardia Civil localizó el turismo de su propiedad.

Fue una persona que paseaba por la zona la que, llevada por la curiosidad al sobresalir parte de la cabeza del fallecido, concretamente la coronilla, se aproximó y pudo ver que se trataba del cuerpo de una persona. Además, desde hacía varios días en el lugar se respiraba un olor nauseabundo que correspondía al cadáver en descomposición. En ese instante, esta persona desistió de continuar indagando y puso los hechos en conocimiento de las autoridades.

En caso de tratarse del desaparecido, que contaba con antecedentes por violencia de género y estafa, los guardias civiles tratan de determinar las últimas horas y con qué personas fue visto. Además, los agentes investigan el móvil por el que personas desconocidas pudieron acabar con su vida.

En cuanto a la causa de su muerte, las fuentes policiales consultadas no se aventuraron a dar ninguna hipótesis al respecto hasta que el forense no lleve a cabo la autopsia.

El caso recayó en el Juzgado de Instrucción número 2 de Granadilla de Abona, que ha decretado el secreto del sumario de las actuaciones.

La Guardia Civil mantiene acordonado el lugar para que el personal de Criminalística de la Policía Judicial pueda trabajar sin interferencias.