El Rayo, que es el segundo de los Buques de Acción Marítima (BAM) con base en Las Palmas de Gran Canaria y con una tripulación de cerca de medio centenar de militares, participó recientemente en dos operaciones de rescate de migrantes, junto a Salvamento Marítimo, en el mar de Alborán. Fueron rescatadas un total de 58 personas.

A lo largo de sus patrullas, el Rayo apoyó en dos ocasiones en sus operaciones al organismo de Salvamento, que necesitó de los medios del buque de la Armada para poder embarcar a migrantes y su posterior traslado a los centros de acogida en tierra. La primera vez fue el sábado 10 de febrero, que transportó a 45 personas de la isla de Alborán a la Salvamar Hamal, a las que el equipo sanitario del Rayo aportó además apoyo médico.

La segunda colaboración se produjo al día siguiente, el domingo 11 de febrero, cuando la embarcación militar transbordó, en horas nocturnas, a 13 migrantes, que se encontraban en el mercante MRC Kent, hasta la Guardamar Polimnia.

En ambas ocasiones, los medios disponibles en el BAM y el trabajo de su dotación supera-ron las difíciles condiciones de viento y mar sin ningún incidente relevante.

Durante la navegación, el Rayo también se aproximó a los territorios españoles en la costa norte africana y patrulló el estrecho de Gibraltar, comprobando la seguridad en todos estos enclaves.

Este tipo de operaciones de vigilancia marítima son la principal misión del Buque de Acción Marítima, ya sea en aguas territoriales o lejos de ellas, según las necesidades que se establezcan.

Después de la masiva llegada de pateras desde el año pasado, el mar de Alborán ha sido elegido como nueva vía de entrada a las costas españolas. Como ejemplo está que el pasado día 2 febrero se rescataron a un total de 176 personas en cinco pateras entre la Península y Marruecos.

El BAM Rayo es el segundo de los Buques de Acción Marítima y su base está en la capital grancanaria. Esta embarcación cuenta con una moderna tecnología y una dotación que no llega a los 50 militares, y que ofrece todas las capacidades necesarias para las operaciones de seguridad marítima que se le encomiendan.

Cabe destacar la participación de este barco en la Operación Atalanta contra la piratería, que se desarrolló durante cinco meses en 2017. Este buque está integrado en el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima para la vigilancia de aguas del mar de Alborán y el estrecho de Gibraltar.

Su principal misión es la de garantizar la seguridad de los espacios marítimos de interés y soberanía españolas. Para ello está en continuo contacto con el Centro de Operaciones y Vigi-lancia Marítima de la Armada (Covam) que coordina las acciones necesarias.