El niño jugaba con un hacha, Ana Julia Quezada se la quiso quitar y el pequeño se encaró con ella: "Tú no eres mi madre, no te quiero ver más". Y entonces la rabia y los nervios hicieron el resto. Quezada golpeó a Gabriel Cruz con el hacha y después le asfixió, tapándole la nariz y la boca.

Es a grandes rasgos el testimonio ayer ante el juez de la acusada de la muerte del Pescaíto. La Policía, que ya encontró el hacha, no se cree una palabra.

La investigación policial necesita más tiempo y el titular del juzgado nº 5 de Almería lo ha concedido. Ana Julia Quezada, la presunta autora, seguirá detenida y en manos de la Policía al menos 24 horas más tras la decisión del juez de prorrogar ese plazo de detención.

Quezada compareció ante el magistrado Rafael Soriano durante más de dos horas por la mañana. En los alrededores de los juzgados de la capital almeriense unas decenas de personas se concentraron para reclamar Justicia y en favor de la cadena perpetua. La Policía se vio obligada a formar un cordón de seguridad y a alejar al ruidoso grupo de las puertas del juzgado.

La arrestada, de 43 años, abandonó las dependencias de la Ciudad de la Justicia pasadas las tres de la tarde, de vuelta hacia la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, donde permanecerá en los calabozos hasta que vuelva a comparecer ante el juez, previsiblemente hoy mismo.

Ana Julia Quezada negó al principio la autoría, la reconoció después y tuvo tiempo en estos tres días de plantear el relato de unos hechos que pretende que se alejen de la tesis del asesinato y del plan premeditado.

Un paseo con el niño en la finca de Rodalquilar, una discusión, un ataque del pequeño y una respuesta, con pérdida de nervios incluida, de la homicida. Poco menos que en defensa propia. Una teoría poco creíble teniendo en cuenta las características de la víctima. El juez espera a los resultados de la autopsia definitiva y a los análisis de tierra y barro hallados en el cuerpo del pequeño. Fuentes del caso señalaron ayer que Quezada "está colaborando" tras su inicial mutismo.