Los perros de la Unidad de Guías Caninos de la Policía Nacional que participan en la búsqueda de Juana Ramos por el norte de Gran Canaria encontraron en la mañana de ayer en un barranco de Firgas los restos óseos que, por las prendas de ropa que estaban en el lugar, se sospecha que son de un vecino de Arucas que desapareció hace tres años. La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de determinar las circunstancias del fallecimiento, aunque en un principio no hay indicios que apunten hacia una muerte violenta. Los huesos permanecieron anoche en la ladera a la espera de que durante la mañana de hoy se produzca su levantamiento.

El hallazgo tuvo lugar a media mañana cuando los agentes peinaban el barranco de Rosales, muy cerca de la presa del Cortijo y situado a pocos metros del barrio de Buen Lugar. Los canes dieron el aviso de que había restos humanos y los policías se acercaron al lugar, corroborando la información obtenida de los animales. Así, dieron a su vez conocimiento al Instituto Armado al entender que los restos óseos no pertenecían a Juana Ramos, la mujer del barrio de La Paterna que lleva desaparecida desde el 20 de agosto de 2016 y que la Policía Nacional busca por el norte de Gran Canaria.

Agentes del Laboratorio de Criminalística y de la Policía Judicial de la Comandancia de Las Palmas se personaron en el lugar para iniciar una investigación. En una acequia se encontraban los huesos que, después de un primer análisis, apunta a que pertenecen al desaparecido ya que las prendas coinciden con la vestimenta que llevaba el último día que fue visto. Asimismo, en la ladera, de muy difícil acceso, se hallaron numerosos restos de animales en un radio aproximado de cien metros, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Patrullas de la Guardia Civil permanecieron la pasada noche custodiando la zona a la espera de que a lo largo de la mañana de hoy se persone la comitiva judicial para levantar los restos humanos. En la investigación participará una antropóloga del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria, quien se encargará de determinar qué huesos son humanos y cuáles de animales.

El objetivo, asimismo, es conocer las causas del fallecimiento. Los primeros indicios apuntan a que no existe violencia de por medio, por lo que el fallecido podría haberse caído de forma accidental desde la carretera GC-300, que conecta Arucas con Firgas, aunque será el análisis forense el que determine el motivo del óbito.

Además, el estudio de los restos certificará fehacientemente la identidad del cuerpo. Así, la información genética de los familiares del desaparecido será cotejada con la que se desprenda de los restos para confirmar su completa identificación.