Con la vuelta a la normalidad con la bajada de la incidencia de la Covid-19 en todo el planeta el turismo recupera poco a poco el terreno perdido. Esta semana un turista británico causó disturbios en un vuelo que salió del aeropuerto Gran Canaria y tenía previsto aterrizar en la ciudad británica de Newcastle. 

La aeronave de Jet2 despegó de la isla a las 21.30 horas de este domingo, 15 de mayo, y tenía previsto llegar a la ciudad del norte de Inglaterra a las 02:00 horas. Sin embargo un pasajero, de origen británico, causó disturbios y encarándose contra otros viajeros.

"Podemos confirmar que el vuelo LS542 de Gran Canaria a Newcastle se desvió a Oporto esta mañana para poder descargar a un pasajero problemático", informaron desde la aerolínea.

"Como aerolínea familiar, adoptamos un enfoque de tolerancia cero con respecto al comportamiento disruptivo. No dudaremos en perseguir enérgicamente cualquier costo incurrido como resultado", explicó la aerolínea en un comunicado. 

Según ha informado la Autoridad de Aviación Civil (CAA) el comportamiento bajo el estado de embriaguez en los vuelos y la multa por la interrupción de los vuelos puede variar según la gravedad. De 5.000 libras -unos 6.00 euros- y dos años de prisión a multas de 10.000 y 80.000 libras -unos 95.000 euros-, para cubrir los costos del desvío, según el tamaño de la aeronave y hacia dónde se desvía.