La rápida actuación de tres agentes de la Guardia Civil permitió durante la noche de ayer salvar la vida a una mujer que se desangraba en el interior de su vivienda en Arucas. Uno de los agentes mantuvo una conversación con la mujer mientras sus dos compañeros llegaban al domicilio, tiraban la puerta abajo y tapaban las hemorragias que tenía la afectada, quién ingresó en el Hospital Doctor Negrín en estado grave.

Los hechos ocurrieron pocos minutos después de las once de la noche cuando desde el centro operativo de la Comandancia de Las Palmas se recibió una llamada de una mujer que se encontraba herida en el interior de una casa del municipio del norte de Gran Canaria. Ante esta situación, el funcionario, al mismo tiempo que daba aviso a las patrullas del puesto de Arucas, mantenía una conversación con la afectada.

Una patrulla acudió de inmediato al domicilio, donde se presentó en diez minutos. Al percatarse de que nadie responde y que no pueden esperar a la llegada de los bomberos del Consorcio, decidió emprenderla a patadas con la puerta hasta tirarla abajo. Cuando entraron en la vivienda buscaron a la mujer, que se encontraba en una de las habitaciones tirada en el suelo sobre un charco de sangre, según informaron las fuentes consultadas.

Junto a ella permanecía un teléfono móvil con una llamada a la Comandancia, donde al otro lado aún permanecía el agente de la Guardia Civil que durante todo momento intentó que mantuviera la calma, además de darle conversación para intentar obtener la mayor cantidad de información sobre su situación.

Los guardias civiles que intervinieron en el lugar procedieron a taponarle las heridas, hacerle una primera atención hasta la llegada de una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC), que procedió al traslado de la mujer hasta el Hospital Doctor Negrín en estado grave.

Las mismas fuentes recalcaron que sin la rapidez y diligencia con la que actuaron los tres agentes, la afectada podría haber fallecido debido a la gran cantidad de sangre que había perdido.