La Policía Local de Santa Lucía detuvo en la mañana de ayer a un okupa de 20 años, de nacionalidad marroquí, quien se jugó la vida al intentar huir por la ventana de un tercer piso del edificio situado en Vecindario para evitar su detención. El joven era buscado por un juzgado de San Bartolomé de Tirajana por homicidio doloso y por otro de Tenerife por abuso sexual.

Los hechos tuvieron lugar sobre las diez de la mañana cuando los miembros de la Unidad Policial de Intervención Rápida (UPIR) de la Policía Local se personaron en el inmueble situado entre las calles Goya y Tenerife, en el barrio de Balos. La finalidad era identificar a todas las personas que se encontraban en su interior para proceder a desalojarlo tras recibir una orden judicial.

Cuando entraron en una de las habitaciones de la tercera planta, un joven al percatarse de la presencia policial trató de huir por la ventana, situándose en el saliente y poniendo en peligro su integridad, según indicaron las fuentes consultadas.

Los policías trataron de convencerle para que regresara al inmueble, pero cualquier intento fue infructuoso e incluso el joven amenazó en varias ocasiones con tirarse al vacío desde la tercera planta. Ante esta situación, los agentes simularon que se habían ido del lugar para así regresara a la habitación.

Asimismo, dieron aviso a los Bomberos del Consorcio y a los recursos sanitarios. Lo que no esperaba el prófugo es que los policías aún se encontraban en el edificio y en cuanto regresó los agentes de la Policía Local procedieron a su detención. El arrestado fue trasladado hasta las dependencias de la Policía Nacional en Maspalomas, donde se le consiguió identificar como un ciudadano de origen marroquí y de 20 años de edad.

Los agentes se percataron de que esta persona tenía dos reclamaciones judiciales, uno de ellos ordenado por el Juzgado de Instrucción número 1 de San Bartolomé de Tirajana por un asunto relacionado con un homicidio y el otro por el Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Cruz de Tenerife por un abuso sexual.

Ante esta situación, el arrestado quedó a disposición de las autoridades judiciales.

En el servicio también participaron dos agentes de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, quienes buscaban a uno de los okupas que en redes sociales había compartido una foto con un arma de fuego que, después, se comprobó que era solo de juguete.