Duny de la Cruz es un empresario afincado en Estados Unidos, de padre palmero y madre cubana, que arrasa actualmente con su marca de bañadores BaNG! Clothes en medio mundo. Afincado en Miami desde hace dos años, su carrera ha despegado no sólo por su propuesta como creador sino porque él mismo es el modelo de buena parte de su ropa de baño. "A la gente le he gustado y en poco tiempo hemos abierto negocio con países de cuatro continentes", cuenta este muchacho criado en Tenerife, isla que abandonó empujado por la crisis económica.
En otra lejana costa logró finalmente hacer realidad su sueño: la marca de ropa de baño que dirige junto a su novio, Cristian Cravello, una idea que nace sobre la arena de una playa en Miami. "Él sabe mucho de marketing e internet y yo tengo la experiencia en lo ´fashion´ gracias a mis negocios de moda en Tenerife. Así que un día se nos ocurrió: "oye, ¿por qué no lanzar una línea de bañadores que aquí, en Miami, siendo la capital del sol mundial, no hay ninguna marca exclusiva para hombres?. Así nació BaNG! Clothes", cuenta este hombre de 1,80 de altura y 80 kilos de peso, que actualmente vende sus productos a clientes de Europa, América, Australia y Asia. "Lo último que nos ha llegado es un encargo de Filipinas", explica sobre una firma que nace hace tan solo nueve meses.
Duny de la Cruz nace en Cuba y con tres años sus padres se trasladan a Tenerife -"me siento de allí", reconoce-. "Crecí en el sur de la isla, donde completé mis estudios. Con 20 años dejé la carrera para montar mi primer negocio, que fue una frutería en El Fraile, en Arona, y a los pocos meses ya monté un mini mercado en Costa del Silencio", recuerda.
Fue haciendo trabajos en hostelería mientras se preparaba "haciendo varios cursos de superación. Luego conocí a mi ex pareja, que tenía una tienda de ropa de marcas ´luxury´, y a los pocos meses me trasladé a Santa Cruz, donde montamos dos tiendas más". Esa experiencia fue su escuela "para aprender un poco más de moda, diseño, estrategias de ventas, etcétera. Pero la crisis siguió arreciando, y en 2012 decidimos cerrar todo. Yo me vine a EEUU, ya que tengo familiares aquí, y empecé a idear algún negocio".
Los inicios fueros duros. "Aquí es todo muy difícil", admite sobre la realidad del sueño americano. "Esto es tres veces más caro que Canarias, tanto a la hora de alquilar locales o pagar seguros como para subsistir con los salarios que se pagan. ¡Es un país donde hasta una sonrisa se cobra... y es cara!", dice entre carcajadas. "Seguimos averiguando e informándonos, y hace nueve meses comenzó por fin la historia de BaNG!, que responde a las iniciales de ´Beach, Nightlife & Gymgear´ (playa, vida nocturna y deportistas). No nos fue fácil encontrar cómo producir y distribuir, pero hallamos el equipo con el cual creamos un producto tan perfecto como el que tenemos hoy", reconoce De la Cruz sobre las prendas que comercializa. "Estamos muy orgullosos de haber situado una marca, con lo difícil que resulta hacer eso actualmente, a niveles internacionales", concluye este creador cuyas prendas no se comercializan en Canarias salvo que se adquieran en su servicio on line.
