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Mercuanálisis

¡Larga vida al rey!

"Visitando hace unas semanas el exclusivo café parisino de La Perle, donde grabaron en 2011 a John Galliano haciendo comentarios antisemitas, me doy cuenta que no era él quien hablaba sino el alcohol y la droga"

Álex Mercurio., modelo, víctima de la moda y agitador estilístico.

El día que fue despedido solté hasta alguna lágrima.

Debe sonar exagerado, pero yo soy realmente feliz en febrero y septiembre de cada año, cuando se empiezan a presentar los desfiles de pret a porter. Y los de Christian Dior, creados por John Galliano, eran para mí los más esperados. Ahora, con Raf Simons al mando, es diferente: bonito, elegante y muy back to basic. Pero es que con Mr. Galliano me quedaba sin palabras.

Para los que no lo conozcáis y os apasione la moda no deberíais dudar en poneros al día... ¡Desde ya!

Después de aquel desastroso febrero de 2011, donde supongo que recordareis ese vídeo que filtró el periódico británico The Sun en el parisino café de La Perle, en el que John hacía esos comentarios horribles y antisemitas, he vuelto hace unas semanas a ese mítico y exclusivo local del centro de París y el recuerdo de sus desafortunadas palabras me embriaga y me traslada a los días en que fue despedido de la maison Dior, perseguido y maltratado por la prensa mundial, aunque yo realmente creo, de corazón, que todo fue una estrategia para sacarlo de la casa francesa.

Antes, realmente, no entendía por qué alguien querría despedirlo con esas espectaculares creaciones que nos regalaba a los seguidores de la moda, hasta que me adentré en su mundo y descubrí que, la verdad, el problema de todo aquello fue el alcohol y las drogas, que hablaban por él. Hace no mucho vi una entrevista y Galliano, el pobre, esté realmente arrepentido, dolido y avergonzado por todo aquello.

John nació en Gibraltar en los 60, de padre gibraltareño y madre andaluza. ¡Olé! Desde pequeño ya le apasionaba la moda. Y mucha culpa tuvo Anita, su madre. Cuando él se mudó a Londres pues, lógicamente, decidió estudiar, cómo no, en la Central St. Martins, buque insignia de quienes deciden tomarse en serio el mundo del diseño y la moda.

Tuvo la gran suerte de crear su propia firma, John Galliano, nada más acabar sus estudios con matrícula de honor y ganar varios premios en Londres. Se mudó entonces a París, cansado de la capital inglesa y trasladó allí su taller, hasta que recibió la llamada para ser el director creativo de Givenchy. Estuvo sólo dos temporadas hasta que el también maravilloso Alexander McQueen le sucedió.

Pero, cómo no, la vida le tenía guardado a Galliano algo mejor: Christian Dior, una de las casas de moda más importantes de este planeta y de parte del territorio de Mercurio, le ofreció ser su director creativo.

Aún recuerdo ese espectacular 50 Aniversario de la casa y se me siguen poniendo los pelos como escarpias. ¡Qué vestidos! Wow. Tocados y sombreros de Philipp Tracy alucinantes; maquillajes fabulosos de la increíble Pat Mc Grath... Vamos, un auténtico escándalo. Ese fue el año en el cual empezó. ¡Y lo hizo, cariño, por la puerta grande! Bajo mi punto de vista, siguió perfectamente la línea de Christian Dior con ese toque de elegancia y feminidad absoluta. ¡Una delicia!

Cuando empezó a apasionarme el mundo de la moda recuerdo ver esas campañas de Dior, alucinantes, y no sabía que él era el responsable. La gente me criticaba y decía que por qué compraba esas revistas "si solo había publicidad".

Ja, ja, ja, ja? ¡Eso era lo que yo quería ver! ¡Esas campañas, con esa ropa y esas modelos! Yo quería ser y formar parte de eso. Y en mayor o menor medida, aquí estoy hoy, mercurizada de moda internacional.

John ha vuelto al trabajo después de casi cuatro años en rehabilitación. Por fin le tenemos de vuelta gracias a su amiga Anna Wintour, que lo metió a trabajar en el taller del dominicano Oscar de la Renta. Allí permaneció por dos colecciones, hasta que la casa belga maison Martin Margiela no se pudo resistir a contratarlo. Su primera colección de alta costura para la enseña de Bélgica fue una autentica maravilla. Bajo mi punto de vista maison Margiela y Galliano son como dos puntos cardinales opuestos. Pero él ha sabido, otra vez, sorprendernos.

Yo, cómo no, deseo que todos los días fuesen fashion week para ver sus obras de arte y sólo me queda decirte, John, que soy fan incondicional tuyo. ¡Larga vida al rey!

Mercubesos

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