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Las musas de Julio

Han sido escasas y selectas las mujeres musas de los diseñadores. Julio Vicente Artiles ha encontrado en las muñecas Fashion Royalty otra piel para desarrollar su creatividad

Yves Saint Laurent se miraba en los ojos de la estilosa Loulou de Falaise; Audrey Hepburn era fuente de inspiración constante para Givenchy y el excéntrico Karl Lagerfeld considera a Lady Amanda Harlech su mejor maniquí. Todas ellas mujeres que por su misterio, por su elegancia, por algo intangible que las hace únicas, son consideradas por los diseñadores como el mejor soporte para lucir sus prendas. Tras más de veinte años de trabajo en el diseño de vestuario para teatro, editoriales de moda y su gran pasión, el Carnaval, el diseñador grancanario Julio Vicente Artiles ha ampliado sus musas con modelos de pocos centímetros pero con medidas y detalle que las convierten en iconos de moda.

A las muñecas Nancys y Barbies, a sus universos y coleccionistas, se suman desde el año 2000 las Fashion Royalty, una creación del diseñador Jason Wu, que revolucionó a los dolls fan con una colección única y de limitada producción de cada muñeca. Su sello de identidad son fieles reproducciones anatómicas adornadas por minuciosos detalles en maquillaje, vestuario y complementos.

En tan sólo 30 centímetros, Jason Wu es capaz de crear una figura femenina de fuerte mirada, labios carnosos y cabellos de brillo, color y movimiento propios de una modelo profesional. Atraído por la moda, Julio Vicente Artiles se cruzó por casualidad con la primera de sus musas, Adèle Makéda, una mujer exótica y sofisticada que podría compartir pasarela con la gran diosa de ébano Naomi Campbell.

Además de sus medidas perfectas y una fisionomía que hace sus rostros únicos en el mundo de las muñecas de colección, el vestuario, joyería y sombreros que lucen son joyas de alta costura en escala tan pequeña que una cremallera o los botones pueden medir pocos milímetros. Julio Vicente, además de recrearse con los trajes que visten, crea para ellas nuevos diseños, complementos y estilismos con los que rinde tributo a los grandes de la moda en la Historia.

Vestida la especial modelo, el diseñador grancanario también crea la escena, el diorama en el que la maniquí posará ante su cámara como si de una editorial de moda se tratase. Unos marcos de pan de oro para que la oriental Kyori Sato luzca la reinterpretación que Julio ha hecho de un Valentino en seda salvaje roja o dos dragones Fo, en color turquesa, para que la nórdica Hanne Erikson rinda homenaje a John Galliano.

Cada muñeca es diferente, con rasgos y personalidad que la distinguen y un vestuario que en algunos casos puede convertirla en verdaderos tesoros para sus coleccionistas, como cuando la marca Fashion Royalty presentó a la muñeca Veronique Perrin con un diseño de lencería, cuya producción fue de únicamente 100 piezas para todo el mundo y alcanzó en subastas precios exorbitantes.

La excentricidad de esta tendencia llega al nivel de celebrar cada año la Convención Mundial de las Fashion Royalty, donde se presenta la colección anual y se sortea un ejemplar único de una de estas muñecas vestidas para la ocasión por su padre y creador, Jason Wu.

Mientras las novedades se siguen presentando y nuevos rostros se suman a las divas de la casa Fashion Royalty, ajeno a subastas y a la fiebre del coleccionista, el creativo Julio Vicente Artiles se vale de sus muñecas para seguir jugando con sus manos y su derroche de imaginación, y quién sabe si en la próxima gala del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria una de sus minimusas luce uno de sus diseños para ser Reina.

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