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Moda

De Tenerife a Sídney

Dice la canción que "sargazo es lo que el mar va dejando en la arena". En las Antípodas, el canario Marcos Hugo y su pareja, Emily May, transforman estos sargazos en prendas de baño ecológicas y sostenibles

El tinerfeño Marcos Hugo junto a su pareja Emili May, en Sídney.

La historia tiene dos protagonistas valientes e ingredientes para convertirse en una gran aventura. Marcos Hugo es un tinerfeño cuya pasión y su trabajo en el mundo del cine, el vídeo y fotografía lo llevaron hasta Australia y a unirse creativamente con Emily May, una australiana del pueblo de Bellingen en la costa este y licenciada en Diseño de moda. El amor a la naturaleza y su gran conciencia medioambiental fueron los catalizadores para poner en marcha una iniciativa que mezcla sostenibilidad y calidad.

En distintas áreas, en 2015, los dos trabajaban en la industria de la moda y se sentían desbordados por la cantidad de residuos generados y la indiferencia ante el impacto ambiental de las prácticas de las compañías textiles. Esta falta de responsabilidad ambiental y social les lleva a renunciar a sus trabajos y poner en marcha su propia marca ecológica de ropa de baño. Detrás de la pasarela, de la superficialidad de la industria textil, se encuentra un movimiento cada vez más en auge, el eco friendly, que abre las puertas a tejidos que provienen de cultivos de agricultura ecológica, a la utilización de fibras naturales biodegradables más duraderas y menos contaminantes, o a tejidos que se crean a partir de residuos, o de materiales de desecho de otros procesos industriales y que encuentran una segunda vida en la producción textil.

Desde la utilización de materias primas orgánicas y ecológicas en su producción, o como May&Hugo, con tejidos fruto del reciclaje, la industria de la moda opta por tecnologías de fabricación no contaminantes. Cifras como que el 20% de los residuos de la producción industrial mundial proviene de los sectores textil y de ropa, o que se necesitan más de 20.000 litros de agua para producir 1 kg de algodón, equivalente a una sola camiseta y unos vaqueros, requieren gran responsabilidad medioambiental. Figuras de renombre como Stella McCartney, que lanzó su primera colección orgánica, o firmas como Levi's, que con su línea water less reduce el uso de agua en la fabricación hasta un 96%, son ejemplos de esa conciencia.

MAY & HUGO. Lo sostenible puede ser de calidad y con diseño. De esa premisa parte esta marca que apuesta por un trabajo artesanal en la producción y una selección de tejidos y materiales reciclados, así como procesos de fabricación sostenibles. Los tejidos que utilizan están hechos con materiales de desecho como redes de pesca abandonadas, alfombras, botellas de plástico y ropa. La basura que flota y contamina nuestras playas es rescatada de los océanos y los vertederos para transformarla en materia prima que se convierte en hilo primero, para producir una tela ecológica y sostenible.

En este primer año de vida, el tinerfeño Marcos Hugo y su compañera han presentado dos colecciones con cantidades limitadas por la labor que supone el trabajo artesanal y para asegurar la calidad y la sostenibilidad que buscan los clientes que adquieren sus prendas en la página web y en mercados de alta gama. Pero sueñan, con conciencia, por lo que quieren crecer para producir números más grandes y ampliar las colecciones e incluir bañadores para hombres y niños. En esta expansión, han empezado a utilizar un innovador tejido de doble capa, que permite producir prendas sin costura y reversibles sin uso de elástico, más cómodas, favorecedoras y funcionales.

Para su tercera colección han creado una campaña de crowdfunding o búsqueda de financiación que les permita reunir los fondos económicos necesarios para producir sus prendas en cantidades más competitivas pero siempre bajo los criterios de sostenibilidad y ecológicos. En la búsqueda de apoyos han comenzado a trabajar con un equipo de relaciones públicas en Nueva York para potenciar el conocimiento de la marca y atraer más tráfico al sitio web, que es su principal punto de venta. Su sueño no se limita a crear un sello de éxito, sino también es influir en otras marcas para fomentar y motivar una producción textil más sostenible. n

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