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Música

Tropicalismo pop

El cantautor grancanario El Vega se ha convertido en un fenómeno en internet, con más de seis millones de reproducciones en You Tube

El Vega. José Carlos Guerra

Observen la foto que ilustra esta página y tengan en cuenta un detalle: su protagonista tiene el corazón más grande que esa boca con la cual aspira a comerse la oportunidad profesional que sus canciones le están proporcionado en el mundo de la música. Se trata de El Vega, un compositor y cantante grancanario, cuyos temas acumulan sólo en YouTube más de 6 millones de reproducciones "cantándole a la vida, al amor y a los sentimientos más bonitos", describe este artista de 25 años cuyo estilo denomina "rumbita canaria".

Adrián Vega, que es así como se llama el músico e intérprete de Gáldar, entiende la música más como una opción de vida que como una manera de ganarse el sustento. Y eso que desde hace unas semanas se enfrenta a una gira donde inundará con su tropicalismo pop salas de conciertos en Algeciras, Granada, Málaga, Madrid, Valencia, Las Palmas de GC, Sevilla, Salamanca y Estepona. Fue en 2012 "cuando lo dejé todo por la música", cuenta El Vega, y "me inspiro en lo que quiero que pase en mi vida cuando compongo. Me creo mi propia banda sonora para cuando llegue ese momento", añade este artista que imprime diversión en sus interpretaciones y reivindica la libertad "como marca irrenunciable" de su estilo. "La paz al mundo", añade.

Sobre la utilización que hace de las redes sociales como plataforma de difusión dice: "El futuro de la música pasa por ellas. Además, es una manera de mantener un contacto más directo con mis seguidores". Confiesa que en sus comienzos grabó "un disco pero las cosas han cambiado y me adapto a la realidad subiendo singles a las redes, invirtiendo en una sola canción todo el trabajo que supone componer y grabar un LP, acompañándola con un videoclip", añade con la misma pasión derrochada en todo. Reconoce la influencia de Bob Marley, Manu Chao o Carlos Vives "y aunque poca gente lo diga también me nutro de grupos desconocidos; clandestinos los llamo yo". Comenzó "compaginando la música con los estudios hasta que descubrí que esto era lo que me generaba placer".

"Quiero que la gente tenga el 100 x 100 de mi producto, por eso no me gusta poner mis proyectos en manos de terceros", dice sobre los motivos que le mantienen como un outsider de la industria. "Elijo dónde tocar, cómo hacer los videoclips y no dependo de nadie? De hecho, lo toco todo: trompeta, guitarra, batería, acordeón, piano? Mi música es mi esencia. Lo único que no hago es las mezclas de las canciones".

Por último agradece "el trabajo de la banda que me acompaña, que no eran músicos profesiona-les, sino mis amigos de toda la vida; juntos he-mos aprendido a sacar el sonido que queremos? ¡Y ahora a los tíos no hay quien los pare?!"

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