"Hay mucho arte en mi familia: mi tía y mi abuela paterna son artistas clásicas pero mi madre y mi abuela Leonor llevan el arte y la locura en la sangre", cuenta el fotógrafo tinerfeño Mario Méndez, un lagunero cuya producción ha ocupado tanto las páginas de cabeceras underground como Super, Notion o Ribbed Magazine co o las de Vogue Italia. "Disfruto creando imágenes imposibles, personajes de una realidad paralela", añade este artista formado en el London College of Fashion. "Me enamoró la libertad que se vivía en aquellos pasillos".
Desde que su padre le comprara "mi primera cámara, una Pentax semi-reflex, no he parado". Ha trabajado para la Goldsmiths Fair, donde exponen los mejores joyeros del mundo, "entre ellos Ivona Poplanska, la diseñadora del broche del Jubileo de la Reina de inglaterra". Ha expuesto en la Richard Young Gallery, participado con varias victorias en los premios de peluquería de Reino Unido y Alemania... "Hago muchos retratos para performers y bailarines, que suelen acudir a mí cuando buscan algo impactante. He hecho varias campañas para Trousers London, los vaqueros más bonitos del mundo", dice, "y colaborado muy de cerca con Deni Toledo, mi peluquero favorito, ex director creativo de Vidal Sasoon Academy en Londres y ahora director creativo de Le Salon, en Barcelona, para los que hago todas las colecciones desde hace tres años; puro lujo. Me gusta rodearme de gente que me inspira y comparte mi pasión por la imagen y el arte, diosas como Didi Maquiavéli y Álex Mercurio, por ejemplo, con los que conecto de maravilla y me entienden". Gracias a Didi acaba de conocer a las drag queens del popular espacio norteamericano de televisión Rupaul Drag Race cuando pasaron por Barcelona hace unas semanas. "He hecho una sesión de fotos en el backstage de la sala Razzmatazz mientras ellas hacían el show", comenta sobre una producción que, una vez más, no dejará a nadie indiferente.
"Mi estilo como fotógrafo", analiza Méndez, "tiene muchas facetas, como yo. En lo personal y con lo que disfruto más es creando imágenes imposibles, personajes de una realidad paralela. Momentos de drama y belleza atípica. Me gusta pulir y buscar lo bello en lo que otros pueden considerar grotesco o radical y jugar con lo que está preprogramado en nuestras cabezas y darle la vuelta. Temas como el género y la sexualidad son muy recurrentes en mis fotos", prosigue, "pero también disfruto mucho con la belleza clásica, aunque nunca soy capaz de no meter un giro por algún sitio. Mis fotos tienden a tener un aire futurista, a veces oscuro por esa debilidad que tengo por la ciencia ficción. También tengo un lado comercial más mainstream que es obligatorio si quiero pagar el alquiler", bromea antes de mencionar sus campañas para Boxer Barcelona, una marca de ropa fetish deportiva de Barcelona, "Hago la publicidad, el diseño gráfico y los estampados para ellos", admite.
Volviendo a sus inicios recuerda el importante papel que las casualidades han tenido en su profesión. "Para empezar, fue hacerme amigo sin querer de una estilista (ahora editora de una revista ) en la zona de fumadores. La había dejado plantado un fotógrafo, me propuse para sustituirlo y así fue el pistoletazo de salida a mi carrera". No para desde entonces.
