Un camino de veinticinco años donde Santi Carballo ha avanzado desde el gusto por las cosas bien hechas hasta la creación absoluta de sus piezas, guardando con celo el valor de lo hecho a mano pero abriendo con mimo su obra al diseño y la innovación.
Abrago by Santi Carballo es la nueva aventura de este inquieto diseñador y maestro artesano de Gran Canaria, cuya colección de cara al mercado americano está bautizada con el nombre de lugares referenciales para los canarios como Bentayga, Mogán o Las Canteras, entre otros.
En 1998, tras unos años de aprendizaje desde la autodidaxis, el sueño de Santi Carballo se convierte en un proyecto empresarial adentrándose en un proceso continuo de formación y profundizando en el diseño y las habilidades empresariales. Bolso a bolso, la idea inicial fue tomando forma de empresa familiar, exigente con la calidad y con atención personalizada a sus clientes. La marca, poco a poco, fue ocupando su espacio propio en el mundo de la moda de Canarias sin olvidar nunca su formación como maestro artesano.
La iniciativa Abrago by Santi Carballo comienza con un anécdota: "la marca neoyorquina se pone en contacto conmigo en Las Palmas de Gran Canaria", explica el diseñador, "para que ejecute el proyecto. Me enteré luego que también consultaron con empresas artesanales de distintos países pero fui el único que se atrevió a trabajar en exclusividad con ellos durante dos años en coworking". Directamente con Abraham Arencibia de Funes, director ejecutivo de Abrago, se trabajó en una idea, un feeling, hasta llegar al producto deseado por ambas partes. No obstante, recuerda Carballo, no sólo es diseño y fabricación lo que se oculta tras su experiencia trasatlántica. También hubo que gestionar las barreras comerciales (aduanas, legislación, impuestos de entrada, permisos especiales para exportar piel, certificaciones de origen, logística,...) así como las culturales, sociales y políticas. La marca Santi Carballo, fiel a su filosofía de producto, puntos de venta y comunicación, anuncia este proyecto cuando ya fabrica una nueva remesa. "El futuro de una región depende de su capacidad productiva", concluye rotundo.