En las islas el otoño casi no existe, la caída de las hojas o los bosques teñidos de naranja son una postal tan típica como inexistente para los canarios. Lo nuestro son las puestas de sol teñidas de fuego naranja, ese brillo que embobece a cualquiera, es mágico. El naranja es el color explosivo por excelencia, para extrovertidos, color exótico que sin querer invade nuestro olfato con frutas tropicales. El naranja puede ser otoño, Halloween o tropical, da igual, empápate de atrevimiento.
