Trabajar menos horas y dedicarle más tiempo a mi familia y amigos, hacer ejercicio diario, perder los kilos de las navidades... Estos son algunos de mis propósitos personales para este nuevo año, pero además de estos tengo también unos cuantos para el futuro de la gastronomía en Canarias, principalmente que nuestros políticos apuesten por que la marca Islas Canarias no solo sea sol y playa. Por este motivo ya se nos conoce mundialmente; ahora deberíamos posicionarnos como referente gastronómico a nivel nacional y dar un valor añadido a todos los que nos visitan ya que tenemos todas las armas para darnos a conocer al mundo gastronómicamente: buen producto, el personal mejor formado de la historia y un lugar privilegiado. Sólo falta una pequeña apuesta por una buena cocina tradicional con productos de las islas. Esta apuesta debe trasladarse también a las cadenas hoteleras. Debemos seguir el buen ejemplo de algunos hoteles que, aparte del bufé, se esfuerzan en tener un restaurante de calidad, con buen servicio para aquellos huéspedes que quieren algo diferente. Y es que, cuando año tras año conseguimos récord de turistas, el siguiente paso a seguir debe ser apostar por turismo de calidad. Esto solo se puede conseguir invirtiendo en nuevos formatos, un trato más personal donde el cliente se siente cómodo por la atención recibida y eso es muy difícil llevarlo a cabo con el formato actual donde los clientes hacen colas interminables para poder elegir un plato del bufé. Toca renovarse y es el momento ideal: las estadísticas prevén un 2017 con otro lleno turístico y debemos empezar a diferenciarnos del resto con una gastronomía de calidad en el mejor entorno posible. Esperemos que estos propósitos se lleven a cabo lo antes posible y Canarias no solo sea sol y playa y, ya puestos, que bajemos los kilitos de más.
