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De Vicio

Adela Caicoya siente debilidad por los ibéricos

Es uno de los nombres imprescindibles del sector de la belleza en las islas - Pionera en introducir en Canarias las grandes firmas de cosmética, Caicoya es cercana, trabajadora y una gran viajera

Adela Caicoya. José Pérez Curbelo.

La empresaria Adela Caicoya es una madrileña que lleva 45 años residiendo en las Islas Canarias, donde se ha casado, donde tiene a sus hijos y donde se han criado sus nietos. Caicoya es, desde hace más de 30 años, un referente empresarial en estética, maquillaje y peluquería, aportando al sector en Canarias los grandes productos de calidad, en especial la marca Redken, uno de los referentes en el cuidado del cabello.

Mujer inteligente y de entretenida y cultivada conversación, Adela Caicoya ha visto pasar por delante de ella iniciativas mejores y peores que, con mucho o con poco calado, fueron construyendo lo que se podría definir como el tejido empresarial de un sector que ella tanto conoce como nadie.

Habitual de la iniciativa del Cabildo Insular de Gran Canaria Moda Cálida, este año no ha participado en ella.

"Yo defiendo mucho la calidad de los productos. Soy una trabajadora incansable que todos los días me dedico 12 horas al menos a defender mis marcas, a mis empleadas y sobre todo a mis clientas", explica en la sede de su negocio en Las Palmas de Gran Canaria, "algunas de las cuales se han convertido ya en amigas con las que mantengo relación desde hace muchísimos años".

Apasionada de la lectura, entre sus obras favorita destaca Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach. Además, admite que otra de sus pasiones es viajar. Curiosa por naturaleza, esta mujer ha recorrido buena parte del planeta pero se queda "con la ciudad de Nueva York por todo lo que conlleva: desde las nuevas tendencias a ese incombustible ritmo que transmiten sus calles".

Dice que no es de las cuidarse demasiado aunque ella no puede ocultar su fantástica forma física. Eso sí, entre sus pasiones gastronómicas la madrileña admite sentir "una debilidad importante" por los buenos productos ibéricos, en especial el jamón.

En lo que respecta a la evolución que a lo largo de casi cuatro décadas ha visto en Canarias sobre el cuidado de la mujer y la profesionalidad de los centros de belleza y peluquería, dice que el salto en calidad ha sido asombroso desde que ella aterrizó en las Islas.

Y todo eso lo va repasando mientras a su alrededor se reúnen sus amigas, colaboradores y compañeras, que le aconsejan utilizar una u otra prenda de ropa para la sesión de fotos a la vez que el fotógrafo la anima a tomar una bicicleta, a arrastrar una maleta, incluso a dar saltos ante la cámara.

Adela Caicoya, siempre con una sonrisa dibujada en el rostro, accede con suma naturalidad a colaborar y, sobre todo, a convertir en un momento inolvidable cualquier acontecimiento de su día a día. Cuestión de inteligencia.

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