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Diseño

El dios del barro

El ceramista canario Gonzalo Martín Suárez es un imprescindible en el menaje de los mejores restaurantes creando piezas exclusivas adaptadas a las propuestas culinarias de los chefs

El dios del barro

Si de una mezcla de tierra y agua se creó el Hombre, el canario Gonzalo Martín es un dios capaz de crear criaturas que guardan sabores, piedras y rocas que soportan delicias, hojas y árboles que envuelven placeres. Con más de veinte años dedicados al ancestral arte de la cerámica, Gonzalo centra hoy su capacidad creativa en poner piel a los diseños de menaje que van tomando forma en su cabeza o a los múltiples encargos que le hacen sus clientes: restauradores de los templos gastronómicos y para los que el recipiente en el que presentan sus platos es tan importante como el alimento. "El reto es unir arte y funcionalidad: las piezas deben ser bellas, pero deben desempeñar igualmente una función gastronómica, por lo que mi trabajo pasa por encontrar el equilibrio exacto entre un interés artístico y a la vez funcional, combinando en su justa medida formas, colores, texturas", explica Martín. No serán piezas de exposición que permanezcan en vitrinas: los platos, cuencos, recipientes deben cumplir condiciones técnicas como ser lavables, higiénicos, apilables, que el artista no ve como limitaciones sino como razones que alimentan su hambre de investigar, de experimentar con nuevos acabados. De ahí que cada encargo le suponga un ejercicio de búsqueda, de estudio, de mil pruebas de mucha precisión y meticulosidad. Una lapa, una roca de mar, un árbol, nubes que vuelan, aceitunas que se abren: no puede hablarse de platos, sino de verdaderas obras de arte que van más allá de soportar la creación del chef, sino de acompañar, potenciar, completar la experiencia culinaria y sensitiva. Es fundamental para ello la relación entre restaurador y artesano, un intercambio de información para entender la elaboración, lo que el cliente necesita y desea, que hace que el emplatado se funda y se mezcle en un todo. Madrid, Bilbao, Portugal, Hollywood... Sus piezas forman parte de la calidad y los éxitos de grandes profesionales con varias estrellas Michelin, una de las señas de identidad de la alta cocina actual. "Con el compromiso con el trabajo manual, de números limitados y alejado de producciones en serie, siento un orgullo especial cuando uno de mis encargos llega de un chef de las Islas Canarias, porque es una prueba de la evolución de la cocina canaria actual, que sin olvidar la tradicional y la importancia del producto local, es fruto de grandes profesionales que derrochan el gusto por una innovación constante y vanguardista", cuenta Martín. En su pueblo, La Orotava, Gonzalo Martín cada día enciende el torno y el horno para producir mucho más que platos y vajillas que están deseando ser saboreadas y disfrutadas.

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