¿Se imagina un cómic sobre la Primera Guerra Mundial en la que los Estados Unidos de Columbia se enfrentan a Prusia, Suabia, Baviera, y el Imperio de Triolia-Hungría, donde la magia es real, y se lucha junto a dragones, utilizando hechizos y enfrentándose a criaturas sobrenaturales? Se trata de Arrowsmith y aunque tenga el mismo título no tiene nada que ver con la novela de Sinclair Lewis. El dibujante gaditano Carlos Pacheco y el guionista bostoniano Kurt Busiek crean una historieta entretenida que, a pesar de ser fantástica, sigue la fórmula del relato de iniciación y madurez a través de un episodio bélico. Arrowsmith es un alegato contra las guerras, denunciando contundentemente que no hay nada heroico en matar aunque sea por una causa justa. Interviene como asesor de creación histórica nada menos que el novelista Lawrence Watt-Evans.
