Es buen momento para elegir las compañías de otoño, aquellas con las que vamos a tratar de sobrellevar la vuelta a la realidad después del periodo estival. Y no está de más apostar sobre seguro y volver a frecuentar a los clásicos que han sabido superar la prueba del tiempo (Robert Louis Stevenson, Henry James, Aldous Huxley), a los autores bendecidos por grandes tiradas (Haruki Murakami, Salman Ruhsdie, Stephen King) y, por qué no, a aquellos que nos dejaron con ganas de más, como Laird Hunt, autor de Las benévolas, que vuelve con Neverhome (Blackie Books); Lionel Tran, autor de Sida mental, que lo hará con Sin presente (Periférica), o Meg Wolitzer, autora americana que no ha tenido suerte en sus anteriores "rentrées" en España (La esposa, Ríndete, Dorothy), de la que Alba Editorial publicará Los interesantes, esperando romper el maleficio que pesa sobre su obra.
Tres maravillosas historias de un gigante de la narración admirado por todos, Henry James, nos llegarán este otoño de tres editoriales distintas. Peguin Books publicará en bolsillo Las bostonianas, novela que gira en torno al amor entre dos mujeres. Navona recuperará Los papeles de Aspern en la colección Los ineludibles. Esta novela corta es, ante todo, una formidable demostración de ese tipo de relato que deja espacio al lector para que intuya lo que se avecina y, a continuación, le deleita, le admira y le sorprende también con el modo que se desarrolla lo que hábilmente se le ha dado a entender que sucederá. En noviembre Libros del Asteroide publicará la "traducción definitiva" de Otra vuelta de tuerca, con nuevo título, La vuelta del torno (más ajustado al inglés The Turn of the Screw), que promete llevar al lector hasta gélidos y oscuros extremos.
Y si Henry James cuenta con una legión de seguidores, qué decir de Robert Louis Stevenson. La editorial Páginas de Espuma publicará a mediados de septiembre Vivir, el tercer tomo de una trilogía improvisada de ensayos, cuyos dos primeros títulos son Escribir y Viajar. Cada página es como estar en el gozoso centro irradiador de la manifestación literaria. Otro clásico, Aldous Huxley, regresa con El tiempo debe detenerse (Navona), una novela de ideas con la que el autor de Un mundo feliz nos introduce en los placeres profanos de la vida a través del protagonista. Sebastián Barnac, un joven de diecisiete años que descubre en un viaje a Italia que "los hechos son marionetas de ventrílocuo. Sentados en las rodillas de un hombre sabio emitirán palabras sabias; en caso contrario no dirán nada o dirán tonterías".
A primeros de octubre conoceremos mejor a Haruki Murakami, y será a través de sus dos primeras novelas, Escucha la canción del viento y Pintball 1973, que Tusquets publicará en un solo volumen. En la primera, Escucha la canción del viento (1979), Murakami ya daba muestras de la atmósfera surrealista que lo marcaría en el resto de sus obras. El protagonista es un jovén de veintiún años sin nombre, de vacaciones en su ciudad natal. A su encuentro salen una chica con cuatro dedos con cuatro dedos en la mano izquierda, un barman melancólico y el esquivo amigo del protagonista apodado el Rata. Su segunda novela, Pintball 1973 (1980), está protagonizada por el mismo personaje que la primera. En esta ocasión la acción tiene lugar en Tokio, donde hay gatos tristes, como en la popular canción de Roberto Carlos, y bares de jazz.
Bastante antes, llegará a las librerías la última novela de Emmanuel Carrère, El reino (Anagrama), un libro inclasificable que desafía todos los géneros. Lo cierto es que el listón estaba muy alto tras el éxito de su obra anterior, Limónov. En El reino, Carrère vuelve a ejercer como periodista, novelista e investigador, para abordar los orígenes del cristianismo ("es extraño, si te paras a pensarlo, que personas normales, inteligentes, puedan creer en algo tan insensato como la religión cristiana, algo del mismo género que la mitología griega o los cuentos de hadas[...] Si un tipo creyera hoy en día en historias de dioses que se transforman en cisnes para seducir a mortales, o en princesas que besan a sapos, todo el mundo diría: está loco") y la crisis personal que vive marcada por una compleja relación amorosa y el abuso del alcohol.
Tampoco habrá que esperar mucho para leer lo nuevo de Stephen King, Revival (Plaza y Janés), una novela que se extiende a lo largo de cinco décadas para acabar, dicen los que la han leído ya, con uno de los finales más terroríficos de maestro del terror. También estará disponible muy pronto lo último de Salman Rushdie, Dos años, ocho meses y veintiocho noches (Seix Barral), lapso de tiempo que suma, por cierto, mil y una noches. Y no es por casualidad, ya que al igual que la célebre recopilación medieval en lengua árabe de cuentos tradicionales de Oriente Medio. Dos años, ocho meses y veintiocho noches está compuesta por historias que surge una de la otra: un jardinero descubre que sus pies no tocan en suelo; un dibujante de cómic se convierte en superhéroe; un bebé señala a los impuros provocándoles erupciones en la piel, etcétera.
Blackie Books está recuperando la obra de un autor desconocido hasta hace poco en España, Laird Hunt, otro de esos escritores que hacen que leer no suponga ningún esfuerzo. Tras el éxito de La benévola, una historia que nos mueve y conmueve mucho más allá de la lectura, regresará a las librerías Neverhome, con el subtítulo de Ella era más fuerte. El punto de arranque argumental es el aislamiento de Ash Thompson en la Guerra Civil americana durante la década de 1860. Ash Thompson es en realidad una mujer llamada Constance, que abandona a su marido para ponerse el uniforme de un soldado de la Unión: "Como yo era fuerte y él no, fui yo a la guerra para defender la República". Neverhome muestra escenas que el cine jamás ha filmado.
Más que regresar, Peter Handke permanece entre nosotros gracias a la publicación sistemática que Alianza está llevando a cabo de su obra. A mediados de septiembre estará disponible en castellano Ensayo sobre el lugar silencioso. El "lugar silencioso" al que se refiere Handke es el retrete. En contra de lo que pudiera parecer, Ensayo sobre el lugar silencioso no es un ejercicio de escatología literaria, sino un compendio de reflexiones sobre esos lugares de soledad y de encuentros imprevistos donde ha pasado muchas horas: en el internado en el que estudió, en la granja familiar en Carintia, en una estación de trenes en la que pasó una noche, en un parque en Portugal, en un templo budista en Japón, etcétera.
Y aún hay más novedades en el otoño literario de 2015. La tierra de los abetos puntiagudos (Dos bigotes) de Sarah Orne Jewett; No llorar (Amagrama) de Lydie Slavayre; Los perales tienen la flor blanca (Rayo Verde) de Gerbrand Bakker; Vive deprisa (Alianza) de Philippe Bresson; Nada se acaba (Lumen) de Margaret Atwood; La ley del menor (Anagrama) de Ian McEwan; Archipiélagos (Tusquets) de Abilio Estévez; Cuentos completos (Malpaso) de E.L. Doctorow; La puerta de los Ángeles (Impedimenta) de Penélope Fitzgerald; La niña perdida (Lumen) de Elena Ferrante; Pequeño fracaso (Libros del Asteroide) de Gary Shteyngart; ¡Llegaron! (Alfaguara) de Fernando Vallejo; o Cocodrilo (Literatura Random House) de David Vann.
