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CINE

Hablan tres de los monstruos

Candela Peña, Carmen Machi y Javier Cámara hablan de 'El tiempo de los monstruos' y Félix Sabroso tras su premier mundial en Sevilla.

Hablan tres de los monstruos

"La película El tiempo de los monstruos es muy especial porque Félix Sabroso se ha convertido en uno de mis más íntimos amigos en los últimos tres años", cuenta Javier Cámara. El actor riojano no había trabajado antes con Félix Sabroso y Dunia Ayaso. En este filme interpreta a un director de cine que nunca ha estrenado y cita a su equipo habitual para su última película. "Muy especial porque he conocido su génesis. Porque la leímos Félix, Dunia y yo juntos. Porque un mes después Dunia ya no estaba. Porque he visto a mi amigo tocar fondo y resurgir de la mano de lo que sabe hacer, la ficción, el arte. Porque ha habido un valle antes de subir la montaña y lo hemos pasado juntos".

El jefe de prensa de DyP Comunicación, Piti Alonso, nos va lanzando actores y actrices como quien juega en la playa al frisbi. Primero debemos posicionarnos, después esperar el disco y, al final, atraparlo al vuelo antes de reenviarlo (diez minutos más tarde) a otro compañero. El domingo pasado, el día después del estreno mundial de la película El tiempo de los monstruos en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, el elenco de actores de esta película coral se pone a disposición de los periodistas nada más terminar el desayuno, en una terraza situada justo al lado del comedor del hotel NH Hesperia donde se hospedan todos los invitados del festival. Más que entrevistas parecen confidencias. Los encuentros son muy pegados, hablamos casi en susurros.

Carmen Machi se ha incorporado a la troupe el mismo domingo. Javier Cámara, Candela Peña, Secun de la Rosa, Julián López y Jorge Monje lo habían hecho el día anterior. Habían podido acudir al estreno de la primera película de Sabroso sin Ayaso, fallecida en 2014. La actriz madrileña que se hizo popular por su papel de Aída García García en la serie Siete vidas había trabajado con los canarios en Descongélate (2003). Le pregunto por sus sensaciones al interpretar a Marta, una directora de un tándem de directores. Podría pensarse que Machi estaba interpretando a la propia Dunia Ayaso. "No vivía con ello, porque no me di cuenta desde el principio. Sí es verdad que me vino un aroma, pero me dio mucha vergüenza decirlo en voz alta. Un día se lo pregunté: "¿Oye Félix, yo soy Dunia?" y me respondió: "podrías ser perfectamente yo". Sí es verdad que la energía de mi personaje podía ser la energía de Dunia cuando rodaba. Ella era una persona con una contundencia brutal filmando. Félix era la parte creativa y Dunia la que materializaba. Y como los directores de El tiempo de los monstruos también ellos tenián a veces opiniones dispares, discutían. Es llamativo que en esta película Fabián, el director que interpreta Secun de la Rosa, se rebele. Es como quien si se rebelase es Félix Sabroso en el momento de empezar un camino nuevo, que es justamente el que inicia con esta película. Es posible que Félix diga que esto no es cierto, pero es mi verdad".

Tampoco quiso faltar a la cita en Sevilla la canaria Antonia San Juan. Tiene una breve, pero recordada, intervención en el filme. El estreno estuvo arropado además por los productores Nico Tapia y Ascen Marchena, también montadora de la película. En ambos casos, su primera experiencia como productores. Tapia nos atiende en un momento en que el equipo de televisión de Canal + tiene monopolizada la convocatoria. El productor conoce Canarias por su trabajo de director de producción en Cómo sobrevivir a una despedida (2015) y los de preparación de El hombre que mató a Don Quijote, séptima intentona en 20 años -nuevamente frustada- del ex Monty Python Terry Gilliam. "La película," explica Tapia, "se ha hecho sin ningún tipo de ayudas, todos lanzándonos a la aventura. Solo Televisión Canaria la ha apoyado. Esperamos estrenarla el año que viene. Es complicado. Es una película muy especial. Tenemos que saber llegar al público muy determinado para el que está pensada. No hay nada que se parezca a El tiempo de los monstruos, de hecho a nadie se le ocurre compararla con otra película. Tiene una cosa muy buena, que hace reflexionar mucho al espectador. El estreno en el Lope de Vega fue muy bonito. Confío mucho en ella, estoy encantado de haberme embarcado en esta aventura".

Desde el amor

De Madrid se desplazaron a la premier más de sesenta amigos. ¿Qué estreno mueve tantos incondicionales? En una guagua del servicio municipal sevillano nos iríamos trasladando de photocall a proyección a cena a photocall a rueda de prensa cada uno de los dos días que el Festival de Cine Europeo de Sevilla dedicó al evento.

Candela Peña interpreta en la película a Andrea, una actriz de sofisticados bucles que arrastra muchas copas. "El tiempo de los monstruos es muy importante para mí, como actriz y espectadora. Esta es la cuarta película que hago con ellos, tras Descongélate (2004), Los años desnudos (2008) y La isla interior (2009). Me unen lazos emocionales con Félix y Dunia. Son los directores que más oportunidades me han dado. Y he sido testigo de su evolución como directores. Esta es una película rodada entre amigos, desde el amor".

Lo reconoció agradecido Félix Sabroso en las palabras previas al estreno. "Tengo un gran andamiaje de amigos". Javier Cámara refuerza el mismo sentimiento: "Ya lo decía Gil de Biedma: "yo no quiero soltar a los amigos a los que admiro, porque tienen algo que yo no tengo". Félix tiene talento y, sobre todo, valentía. Su propuesta formal, de juegos y espejos, que presenta en el filme es un riesgo que le pasará factura. Es una película muy especial que no va a encontrar la distribución masiva, pero trascenderá en el tiempo. Y contiene todos los mimbres de lo que Félix va a plantear a partir de ahora en su filmografía. En El tiempo de los monstruos está contenido su decálogo, su ideología, formal y estética, su base de pensamiento". "Ayer estaba sentada en el teatro Lope de Vega," explica Candela Peña, "y me decía que Félix es el director con más talento de este país. Nadie sería capaz de hacer una película así, tan perturbadora y laberíntica. Contiene una inteligencia enorme, intelectual y emocional. Y trata, además, los temas que a mí me interesan como actriz, mujer y persona: el amor, la identidad, los roles. Me parece fundamental que se rueden películas de autor como esta, que son las que al final pasarán a formar parte de la historia. Hacer cine para ganar dinero está muy bien, pero no todo tiene que ser sota, caballo y rey".

Uno de los momentos climáticos de El tiempo de los monstruos es el diálogo de alcoba que mantienen Víctor (Javier Cámara) y Clara (Pilar Castro) que acaba con una risotada de esta. A Castro se le echa en falta estos días de estreno en Sevilla. Si todo el elenco está inapelable, la actriz madrileña, que en la película interpreta a la dueña de la mansión, desprende una fotogenia difícil de explicar con palabras. Su marido es Víctor, servido con complicidad y contención por Javier Cámara. "Sí, es la primera vez que hago un personaje como Víctor", asegura el actor, "pero es que propuestas así son muy puntuales. Pirandello, Beckett, Calvino?. En cualquier caso, la forma de interpretarlo es la de cualquier personaje. Como actor no me planteo nada. Me sé las líneas del texto, el director me dice lo que quiere y yo lo hago. Con Pilar Castro traté de aclarar algunas dudas, porque tiene muchos meandros este río. Pero Félix Sabroso nos decía: "confiad, confiad, la estructura de la película va por otro lado, hay cosas que quizás no debáis saber".

Mágico, soñoliento, urgente

"La película está hecha de modo urgente", dice la barcelonesa Candela Peña, actriz que se estrenó en el cine con el papel de Vanesa en Días contados (Imanol Uribe, 1994): "Fue escrita por Félix en un momento muy concreto, como para que le diera tiempo a Dunia. Pero no es improvisada, es una historia fruto de muchas deliberaciones previas hablando de cine, de nuestras maneras de hacer, nuestras vidas, de la influencia de lo creativo. La película es una resultante de eso y yo he tenido la suerte y el privilegio de estar en ese viaje". "¿Lo más complicado?", se pregunta a sí mismo Javier Cámara con un gesto del profesor que busca a John Lennon por Almería en Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba). "Pues sí, fue todo lo íntimo que había en la película. Se rodó mucho de noche. Lo rodamos en la urbanización de La Moraleja, a las afueras de Madrid, y veíamos todas las luces de la ciudad a lo lejos. Mientras Madrid seguía dormida, seguíamos trabajando. Fue un agosto mágico, onírico, soñoliento. Todo eso ayudó a darle a la película ese aire de pausa".

"Entre Secun de la Rosa y yo", reflexiona Carmen Machi, "la dificultad que había era saber si estábamos acertando con lo que Félix quería. Él no te decía nada. No daba pistas. Todo valía. Después, cuando ves la película montada, compruebas que Marta, mi personaje, no tiene fisuras, el ojo de Félix lo estaba viendo muy claro. Y aprendes que no hay que hacerse tantas preguntas. Es cine es imagen. El cuadro está montado y es perfecto. Como actriz debes entrar en él como de puntillas,procurando no estorbar. Esta es una película única, especial. Formar parte de ella me da mucha fuerza".

Javier Cámara reflexiona sobre Sabroso entre los directores de su tiempo: "Él es un director de una generación que sabe tratar muy bien a los actores. Cesc Gay, Isabel Coixet, David Trueba, Jorge Torregrossa? Félix es diferente por su valentía a ciegas, porque tiene algo de kamikaze. También es una persona muy somática, como si pusiera todo su cuerpo en el trabajo, le influye mucho su estado de ánimo al dirigir. Él es muy capitán de barco. Escucha las propuestas, entra en la disputa creativa, pero mata por su historia. Y eso le viene, creo, de la dualidad que mantenía con Dunia, con la que estaba acostumbrado a pelear puntos de vista".

Como afirma Carmen Machi, "es la primera vez que Félix viajaba solo y todos lo acompañamos en ese viaje, pero Dunia seguía estando muy presente. En agosto de 2014, cuando rodamos, todavía no habíamos asimilado bien su partida. Nunca le había visto rodando con esa fuerza, parecía que era la propia de Dunia, como si ella hubiera entrado en el cuerpo de Félix y estuviera ahí. Todas las decisiones que ella tomaría, ahora las tomaba ahora él. Había una solvencia, una contundencia, una seguridad tan brutal en lo que hacía? ¡Nunca le vi una quiebra a Félix!".

Tan rápido es el partido de frisbi que no me da tiempo de decirle a Carmen Machi cuánto me admiró su interpretación de Merche en la secuencia de la borrachera con el personaje Koldo que interpreta Karra Elejalde en 8 apellidos vascos (2014). Sí hay tiempo para preguntarle por el sentido profundo de El tiempo de los monstruos: "Te das cuenta de la vulnerabilidad de actores y personajes, de la cantidad de veces que como actor le haces preguntas a un personaje que el personaje no te ha pedido. Eso en la película está. Y también que los personajes se rebelan. "¿Perdón? ¡No te rebeles, que aquí mando yo, si no de un borrón te quito y ya está!" También los actores rivalizan entre sí a través de los personajes (sucede en los procesos creativos, por mucho que las personas se quieran) y al final quien manda es el que decide. Dependes mucho de quien lleva la batuta. Eso también está en la película. Te das de frente con una certeza, personajes, actores, ¡es que no eres nada! De todo eso habla la película y era muy descolocante, molaba muchísimo".

"Soy íntima amiga de Félix", concluye Candela Peña, "lo veo respirar y sé cómo se siente. Por eso no me costó nada comprender El tiempo de los monstruos. Su cine es algo en lo que entro muy fácil. Igual que hay mujeres que nacen para usar Valentino, yo nací para interpretar películas de Félix Sabroso".

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