La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CONTRA LOS PUENTES LEVADIZOS

La Navidad es un cuento largo

Un libro convertido en árbol de Navidad. LA PROVINCIA/DLP

Cualquier madre confirmará la máxima: la Navidad es un cuento largo. Cada vez empieza antes. Por eso a principios de noviembre Alba Editorial lanzó Cuentos de Navidad, una antología de relatos navideños de treinta y ocho autores diferentes que abarcan dos siglos de literatura universal, seleccionados por Marta Solís. La nómina de autores resulta impresionante a tenor de los nombres que encontramos: los hermanos Grimm, Hawthorne, Stevenson, Dostoievski, Trollope, Maupassant, Andersen, Hardy, Chéjov, Chesterton, Clarín, Pardo Bazán, Valle-Inclán, O. Henry, Harte, Orne Jewett, Joyce, Capote, Bradbury y Dickens, con su célebre historia navideña de fantasmas titulada Canción de Navidad.

"Marley estaba muerto: empecemos por ahí. Sobre eso no hay ninguna duda". Así empieza Canción de Navidad. Por lo general se acepta que este relato de Dickens es el más perfecto cuento de Navidad jamás escrito. Y si bien resulta bastante cierto, hoy podríamos discutir esa calificación bienintencionada en favor de Los muertos de James Joyce. Algunos críticos llevan años debatiendo si Los muertos es o no es principalmente un cuento de Navidad. Sin embargo, no hay una lectura "correcta" de Los muertos. Todo es muy sencillo, apenas pasa nada. Las hermanas Morkan dan una fiesta de Navidad en su casa. Gabriel Conroy acude con su mujer Gretta, que esa noche parece diferente y desde luego le despierta la pasión. Desea estar a solas con ella, pero nada ocurre como había pensado. La oscuridad y la nieve que cae fuera, dan un aspecto fantasmagórico a lo que sucede dentro.

Como sucede con buena parte de los cuentos reunidos en este volumen, hay que leer Los muertos despacio. Cada línea cuenta. Todo está medido para producir su efecto. Puede que lleve más tiempo entender Los muertos que Los táleros de las estrellas de Jacob y Wilhelm Grimm, La niña de los fósforos de Hans Christian Andersen, De cómo Santa Claus visitó Simpson's Bar de Bret Harte, Un regalo de Navidad en el chaparral de O. Henry, La nochebuena de la señora Parkins de Sarah Orne Jewett o Una Navidad de Truman Capote, magníficos relatos todos ellos, ilustrativos de los temas asociados a la Navidad, pero para muchos lectores supondrá también una satisfacción diez veces mayor.

Si el lector lo ha leído ya, puede probar con El cuento de Navidad de Auggie Wren de Paul Auster que cierra el volumen. Al igual que Los muertos, el cuento de Auster está bastante alejado de la "hipócrita sensiblería" de los cuentos de Navidad tradicionales. Auster narra la historia de Auggie Wren que un buen día decide ir a la casa de un ratero de veintipocos años que ha perdido la cartera en su tienda tras intentar robar unos libros de bolsillo. Auggie quiere devolverle la cartera, hacer su buena acción de Navidad. Pero cuando la puerta se abre no aparece el ratero, sino su abuela ciega, quien en un primer momento confunde a Auggie con su nieto; Auggie no la desmiente. Ambos deciden entonces jugar al juego del nieto y la abuela y pasar la Navidad juntos. Invito al lector a que haga lo mismo con Cuentos de Navidad. No se arrepentirán, se lo garantizo.

Compartir el artículo

stats