Regresa a Canarias por segundo año consecutivo como protagonista del concierto inaugural del 32o Festival de Música de Canarias. En esta ocasión, junto a la Filarmónica de Londres dirigida por Christopher Franklin. ¿Qué sensaciones le produce la vuelta a los escenarios de las islas? ¿Es la mejor manera de empezar el año?

Sí, es una manera maravillosa de empezar el año. Me alegra mucho regresar después de un año e inaugurar el Festival de las Islas Canarias, donde siempre me he encontrado muy contento y a gusto.

Los conciertos que protagoniza han vendido todo el aforo.

Me satisface mucho porque significa que el público canario me aprecia y valora mi trabajo, y eso es muy especial puesto que de ahí era Alfredo Kraus, un gran referente para mí y en el cual me inspiro mucho.

En la isla de Fuerteventura, el pasado año, se atrevió con la guitarra española a los bises.

Es algo que hago a menudo en los conciertos, me encanta porque la gente lo encuentra muy simpático y cercano, y yo estoy acostumbrado porque desde niño ha sido muy natural para mí tocar la guitarra, es algo que me regresa a mis raíces de cantante popular.

Y en la Scala de Milán le brindaron en junio pasado 50 minutos de aplausos y usted respondió la gratitud del público con siete bises. ¿Es señal de que se divierte en escena?

Sin lugar a dudas me encuentro muy cómodo en escena, y sobre todo en teatros como la Scala, el teatro de ópera en el que debuté por primera vez teniendo 23 años. Ahí me encuentro con gente que ya estaba en la época de mi debut y me siento en casa.

¿Qué balance profesional hace del último año?

2015 ha sido un año muy positivo, he participado en importantes producciones como Orphée et Eurydice de Gluck en el Royal Opera House de Londres, he debutado en el papel de Edgardo en Lucia di Lammermoor de Donizetti en el Gran Teatre del Liceu€ También ha sido un año muy positivo para mi fundación Sinfonía por el Perú, lleno de trabajo y de nuevos e importantes proyectos.

El pasado 4 de diciembre debutaba en el Liceo en el rol de Edgardo, en Lucia de Lammermoor. Decía usted que el primer Edgardo que vio fue el del Alfredo Kraus en Nueva York, y cuya actuación le dejó muy impresionado. ¿Sigue siendo Kraus un referente en su carrera?

Sí, desde que inicié mis estudios de canto, Alfredo Kraus ha sido un referente para mí. Quedé muy impresionado cuando lo escuché por primera vez en vivo en Nueva York y he aprendido mucho a base de escuchar sus grabaciones.

Ha vuelto a los estudios de grabación tras la edición del disco L´amour, donde usted abrió el espectro hacia el repertorio francés.

El pasado mes de septiembre se hizo el lanzamiento de Italia, mi último CD que incluye algunos de los temas clásicos como O Sole Mio, Arrivederci Roma, Non ti scordar di me, Además, estoy trabajando en nuevos proyectos para los próximos años.

En su última visita a las Islas anunció que tenía intención de comenzar a cantar en alemán tras alternar el italiano y francés. ¿Esa voluntad se ha traducido en nuevos retos y producciones?

Sí, en diciembre de 2014, debuté por ejemplo en la opereta alemana Die Csárdásfürstin de Kálmán. Sin embargo, el francés será el idioma en el que más voy a cantar, con óperas como Roméo et Juliette, Les Huguenots, Werther€

¿Qué nuevos retos le aguardan durante el año 2016?

Mis próximos compromisos incluyen nuevas actuaciones en la ópera de Viena, conciertos en varios países y debuts de nuevos roles. Además, será un año especial ya que se cumplirán veinte años de carrera profesional.

La Temporada de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria, en la que usted ha participado en diferentes producciones y debuts en varios roles, celebra en 2017 su 50º aniversario. ¿Le gustaría regresar al Pérez Galdós en el marco de este festival?

Les deseo todo lo mejor en este aniversario, les felicito por la trayectoria de tantos años y les agradezco toda la confianza que se me ha dado. Lamentablemente mi agenda no lo permitirá.

Usted siempre ha lamenta-do que la ópera no goce de la popularidad de la disfrutan otros géneros musicales masivos, como pueden ser el rock o el pop. ¿Aprecia un cambio generacional en el público que asiste a los conciertos? ¿Necesita la ópera de una renovación en cuanto a producción escénica y espectáculo?

Hay un cambio generacional lento, pero siempre hay jóvenes que asisten a la ópera. Los teatros son los encargados de fomentarlo y de encontrar formas de hacer que los jóvenes vayan a la ópera. Esta siempre va a necesitar ese llamado a las nuevas generaciones para que el público se mantenga y se sustituya.