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música los vinagres

"Letras cortas y cantar poquito"

El rock y blues monolítico de Los Vinagres posiciona al grupo palmero en la escena nacional con dos trabajos editados, un single en vinilo y un EP digital

Imagen promocional del trío palmero Los Vinagres.

"Las letras cortas y cantar poquito, y lo hacemos más por inseguridad que por otra cosa". Con esta máxima y buen humor se presentan Los Vinagres, trío de músicos de La Palma que el pasado año se posicionaba con nota en la escena nacional como una de las bandas revelación en el espectro del rock y blues de serie B. Abel (voz y guitarra), Rober (batería) y Sergio (bajo) son los tres artífices de este proyecto que en una primera escucha parece el reverso de los jienenses Guadalupe Plata. Sobran las comparaciones, porque Los Vinagres tienen carácter y cuerpo para crecer por cuenta propia y sin perder esa socarronería y guiño a las expresiones y personajes de la cultura popular del Archipiélago.

Su historia acaba de comenzar, aunque desde 2011 daban muestras de que estaban llamados a ser grandes fuera de la isla natal. Hubo que esperar aun un concierto con Guadalupe Plata en la madrileña Sala But en noviembre de 2014, en el que Los Vinagres eran teloneros, para que cambiaría su suerte y posibilitar, para sorpresa suya, que se pusiera en órbita el "rock volcánico" que predican. La etiqueta se queda corta para situar el espectro sonoro en el que se mueve el trío, aunque les ha venido bien para armar la campaña de promoción con la que la discográfica Sony ha arropado el lanzamiento del single en vinilo Aquí no hay playa, publicado en septiembre de 2015, y el Ep de seis temas en formato digital El canto de la morena, que llegaba en octubre pasado.

"Sony nos ha hecho un trabajo bastante bueno, nos vieron tocando en un bolo y nos ficharon", afirma Abel, vocalista y guitarra, en una conversación telefónica desde las oficinas de la disquera en Madrid. Su primera referencia discográfica delata sin fisuras las intenciones de estilo, con dos cartuchazos sonoros que ponen del revés a cualquiera: Me rompiste el corazón y Me enamoré de tu madre; y de El canto de la morena, otras seis píldoras cavernícolas de rock y blues sucio sin desperdicio alguno: Aguardiente, Piñaso en la boca, José Vélez, Me duele el pecho, Morena y Veneno o algo.

Sorprende a propios y extraños que Los Vinagres hayan reparado en la figura del cantante de Telde, el autor de Vino griego o Bailemos un vals. "Estamos muy orgullosos de Pepe Vélez, es un genio y como tiene esa leyenda de que es gafe, quisimos hacerle una canción", dicen casi a la vez entre sonoras carcajadas Abel y Sergio.

Al igual que su música, la vida profesional de Los Vinagres en el último año se ha movido a una velocidad de vértigo. Cuenta Abel que " después de sacar el disco no esperábamos nada, y todo lo que ha venido desde entonces ha sido estupendo, estamos encantadísimos de verdad, y la respuesta de la gente ha sido de puta madre."

El origen de todo lleva a La Palma en torno a 2010. Recuerda Abel que "nos conocemos de La Palma de toda la vida, empezamos a tocar con Jesse, el anterior bajista, entre 2010 y 2011, que vivía en Madrid, y nosotros nos vinimos para la capital a trabajar más que nada. El grupo era como un hobby para pasarlo bien. Siempre habíamos estado tocando, nos juntamos e hicimos The Vinegars, en inglés, y con eso estuvimos un tiempo". En 2012, y como The Vinegars, ganaron el concurso de música joven Saperocko, un hecho crucial que les hizo creer en cierto futuro. En 2013, se plantan en Madrid y cambian de nombre a Los Vinagres, hasta que Jesse los abandona y regresa a La Palma, y Sergio termina por incorporase al bajo.

La paleta sonora

La paleta de Los Vinagres lleva a recorrer los caminos transitados por Cramps, Gories, Blues Explosion, entre otros tantos de la galaxia subterránea y de formato mínimo, en lo humano y en lo técnico; deudores del surf instrumental con esos riffs de guitarra; y de otras criaturas feroces del psychobilly y rock chatarrero en Canarias, como fueron Los Dalton en Gran Canaria o King Trash Fandango en Lanzarote, además de los tinerfeños Escorbuto Crónico, a quien Abel nombra cuando se le cuestiona por las referencias obvias en su música. Pero hay mucho más. La discográfica y medios nacionales que han bendecido su propuesta, encuentran incluso ecos de Led Zeppelin, Black Keys o Santana. Lo cierto es que cualquier cosa vale a los palmeros para enhebrar canciones que derivan en enérgicos conciertos a velocidad de vértigo. "Tiramos mucho a la música latina y no somos nada prejuiciosos, cualquier cosa nos influye, incluso lo que te encuentras por internet, cualquier cosa puede venir a Los Vinagres, sea rock, blues", sentencia el bajista Sergio.

Tampoco hay estrategia premeditada en lo que hacen, ni en estudio ni en directo, en este formato de power trio. "Somos los tres", subraya Abel, "y lo primero que sale es eso, es lo que fluye y no es nada pensado ni programado, sale así". La carrera va paso a paso y con un single primero y un Ep después, rehusando del concepto de álbum ya casi en desuso para una industria con el pie cambiado tras la mutación de formatos y hábitos de consumo. Según el cantante de Los Vinagres, "con estos formatos cortos nos va muy bien, da tiempo a mostrarte más, y permite ir poco a poco, y sobre todo porque estamos en una época en la que todo, aparte de la música, es muy instantáneo, la gente ve o escucha algo 20 segundos y lo quita, y un disco largo es un poco chapa, y puedes caer en aburrir a la gente, y eso desde luego es una locura".

De la mano del sello y Budweiser, Los Vinagres se han embarcado en una gira por distintas ciudades españolas que refuerza y posiciona con nota su todavía reciente cosecha. Dice Sergio que "lo que queríamos era tocar y ahora nos están saliendo muchas más cosas, más conciertos que nunca, y tenemos la gira esta por delante con Budweiser, y con unas ganas que nos estamos mordiendo las uñas ya. Estamos en gira hasta marzo y cerramos en Madrid en la sala El Sol el día 29 para presentar oficialmente el disco".

El futuro está por escribir, aunque Abel y Sergio aseguran que "no sabemos nada de lo que va a ocurrir, en breve habrán cosas nuevas, canciones nuevas", y la deuda pendiente con el público de las Islas. "Canarias es un punto pendiente que tenemos que lograr si o si, es la tierra, y donde siempre quieres tocar", razona Abel. Y de la escena canaria actual surgen durante la conversación los nombres de Solo Astra y Texxcoco, y el papel que juegan las redes sociales para salvar la insularidad y la lejanía. "Son clave ahora mismo y en los 80 y 90 no me imagino cómo tenían que hacer las bandas para que sonaran en Península".

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