Las secuelas, precuelas o versiones alternativas que han surgido de las obras originales de Alan Moore resultan a estas alturas incontables. La industria, consciente del filón que supone el nombre del guionista británico, ha creado todo un universo en torno a sus obras maestras. Un ejemplo abrumador es Watchmen, del que han salido y siguen saliendo colecciones sobre cada uno de los personajes del título original.
También, aunque sin llegar a ese extremo, hay que citar a The extraordinary league of the gentleman del que hasta el momento se han producido tres interesantes secuelas. Si la primera se situaba en el siglo XIX de la Era Victoriana inglesa, Dosier negro se trasladaba a la Inglaterra de 1958, y Century tenía ramificaciones en 1910, 1969 y 2009. Pues bien, con la trilogía Nemo, también ubicada en tres periodos diferentes de la historia, y cuyo último volumen acaba de ver la luz, Moore retira el foco de atención del exquisito grupo de grandes del Imperio Británico para concentrarse exclusivamente en la mundana hija del Capitán Nemo, Janni Dakar.
Si la primera historia, Corazón de Hielo, nos ubicaba en el año 1925 en una expedición a la Antártida, la segunda, Rosas de Berlín, ocurría en 1941 en plena Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el último, Río de fantasmas, nos traslada al epicentro del Amazonas en 1975. A través de una exótica visión de América del Sur, Alan Moore, asociado una vez más al magnífico dibujante Kevin O'Neill, muestra a una Janni Dakkar octogenaria que comienza a divagar sobre su pasado y a perseguir fantasmas que la llevan a un viaje de redención con el fin de eliminar antiguos espectros.
Con nuevos y históricos aliados, la afamada corsaria se mueve desde las ruinas de la ciudad de Yu-Atlanchi hasta la meseta de Maple White Land. Ella lidera a la tripulación del Nautilus en una desesperada incursión hacia un auténtico infierno de violencia.
Moore se muestra fresco e ingenioso con una historia nuevamente ágil y repleta de humor y dobles sentidos. A medida que pasan los años, el creador de esas tres obras de cabecera de este medio como han sido V de Vendetta, Watchmen y From Hell, muestra la misma sagacidad y pericia narrativa de sus inicios creando una aventura ideal para un dibujante de líneas complejas y falsamente naif como Kevin O'Neill que sabe transformar sus guiones en magníficos dibujos repletos de diseños detallados de la ciudad, naves o maquinarias. Con incontables guiños a referencias literarias, cinematográficas y culturales de este momento histórico particular, Nemo es una obra que se lee con rapidez y que puede considerarse como quintaesencia del talento de este tándem inigualable.
