Jason es un autor que se ha granjeado una interminable legión de seguidores gracias a su humor blanco, inteligente, sutil, desprovisto de vulgaridades. Así ocurrió en El gato perdido donde se introdujo por el thriller de una forma personal e insólita hasta ahora, o en El loro de Frida Kahlo con once historias repletas de metáforas y referencias literarias y cinematográficas por las que se cruzan personajes como Magritte, Nostradamus o incluso Brigitte Bardot. Pues bien, La momia misteriosa es un título directamente emparentado con este último. Como si de una caja china se tratara, el autor noruego, que aquí podría ser más bien británico, desarrolla, sin un solo diálogo, una narración siempre divertida, ácida, vibrante y repleta de guiños a su maestro Hergé con alusiones a Los cigarros del faraón o La oreja rota, o a personajes como Hernández y Fernández,
