La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El ruido más placentero

La banda gallega Triángulo de Amor Bizarro vuelve a mostrar con su cuarto trabajo un decálogo musical único y adictivo

Triángulo de Amor Bizarro

La mejor banda de este país no hace más que confirmar con cada trabajo su decálogo musical único y adictivo. La formación gallega vuelve a colmar las expectativas despositadas por sus fans con este Salve discordia, un cuarto disco redondo, compacto, que gana con cada escucha, y que incide en las mismas coordenadas de sus inicios, aunque algo más refinada y melódica, alejada en muchas ocasiones de los excesos ruidistas de sus dos anteriores trabajos.

Ya desde el primer tema, Desmadre estigio, encontramos a un grupo que sabe dotar de personalidad propia y frescura al sonido que inventaran Sonic Youth o My Bloody Valentine en los ochenta. Una letra políticamente incorrecta, irreverente, para un sonido personal y siempre extraordinario.

Inmeditamente pasamos a su estilo puro y duro con la ambigua y popera Gallo negro se levanta cuyos logros se repiten luego en Euromaquia. Rodrigo Caamaño pasa el testigo en la voz a Isa en temas como Barca quemada y Seguidores en donde el grupo se acerca al art-rock melódico, envuelto con una capa de oscuridad y un sonido y una letra falsamente inocentes. Varias sorpresas surgen a continuación como hermosas melodías. Una es Baila sumeria donde aparece la influencia nada disimulada de The Cure de los primeros noventa. La otra es la fantástica Qué hizo por ella cuando la encontró que rememora el sonido cristalino de los primeros House of Love. Pero el grupo vuelve a su estilo indomable y agresivo en varias joyas que atrapan inmediatamente al oyente más exigente. Sucede en la absorbente Nuestro siglo Fnord y en la final Salve Eris, que asume lo mejor de post-punk con el juego de guitarras más lúcido e impresionante y que se ha escuchado en mucho tiempo. Obra maestra.

Compartir el artículo

stats