El Londres de comienzos del sglo XIX ha sido un tema recurrente para mostrar hasta dónde puede llegar el ser humano de un ambiente hostil. El guionista Stephen Desberg, junto al siempre competente Griffo, se deslizan por los barrios marginales de la ciudad en esta obra sobre las cuadrillas de ladrones que proliferaban entonces. Una banda formada por cuatro excéntricos personajes forman Golden Dogs. Ellos son la bella Fanny que tras escaparse de su hogar cuando era niña ha sobrevivido vendiendo su cuerpo; el artista castrati Lario que domina el arte de matar; la ex-convicta Lucrece capaz de colarse por cualquier lugar y Orwood, líder y guía espiritual de esta banda de ladrones. Desberg hace un uso continuo y explícito de escenas de sexo y violencia en un mundo en el que no abundan ni la piedad ni la compasión. Por su parte, Griffo muestra, una vez más, su talento para recrear los escenarios de época repletos de detalles arquitectónicos y con una gran rigurosidad histórica. Destacar el trabajo en los colores de Roberto Burgazzoli y Bautista con un sentido, a veces, monocromático a razón de las acciones y los lugares.
