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Las entrañas del 'indie'

Bob Mould publica un undécimo álbum de rock versátil que hay que situar entre las grandes obras de Hüsker Dü y Sugar

Las entrañas del 'indie'

Hüsker Dú y Sugar fueron dos de las formaciones más importantes nacidas en los ochenta en Estados Unidos que contribuyeron a perfilar la actual fisonomía del rock alternativo. Y es que dichos proyectos surgieron al mismo tiempo de que las vacas sagradas del movimiento, tipo Nirvana, Pixies o Jesus and Mary Chain, pasasen a ser conocidas por el gran público. El que fuera su líder, Bob Mould, ha mantenido la regularidad en su carrera en solitario con algunos discos más acertados que otros, y con algún desliz incomprensible que no han perdonado sus fans, pero casi siempre rozando el notable.

Aquí, afortunadamente, el músico neoyorkino entrega un disco de guitarras en su aspecto más potente, juvenil y optimista posible. Una obra que deja a un lado las innecesarias baladas acústicas, los escarceos por el soft pop, y los absurdos juegos con la electrónica, que tan poco hicieron en su monento para mantener su prestigio intacto. El que firmara obras tan redondas como Workbook o Black Sheets of Rain se centra en hacer lo que mejor sabe: confeccionar un disco puro de indie rock que desde la primera hasta la última canción logre contagie vitalidad por los cuatro costados. Un trabajo que, seguro, habrá que situar en el futuro entre sus obras de cabecera .

Así se desprende de esas trallas sonoras que llevan por título The End of Things y Lucifer and God y que podría haber compuesto en los comienzos de su carrera, o las fulminantes Hold on y You say you que suponen rememorar los mejores tiempos de su anterior banda. También incluye alguna maravillosa incursión por la psicodelia en Losing Sleep o inclinaciones hacia el hardcore puro y duro de Daddy's Favorite. Un disco que recupera al mejor Mould de su carrera con toda la esencia de sus grandes discos de hace tres décadas.

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