La Provincia - Diario de Las Palmas

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Dos amigos

Juan Hidalgo, quien ha querido convertir esta exposición en un homenaje a Clara, ha propuesto el título Dos amigos para esta emotiva exposición de acciones fotográficas seleccionadas previamente por Clara Muñoz y Saro León.

La amistad entre Clara Muñoz y Juan Hidalgo se construyó a lo largo de muchos años como en un bucle entre el arte y la vida. Sus conversaciones sirvieron para contrastar pensamientos e inquietudes y día a día sentar las bases de una profunda relación personal.

Supongo que ese tipo de unión se produjo de manera natural desde su origen, por su significado político y por ser considerado éste como un acto artístico en sí mismo. Ese encuentro fundamental afectó al futuro de ambos, es decir a sus propias vidas como constructos de un estrecho vínculo personal que influyó en la reflexión que cada uno de ellos realiza en relación con el arte. Sus privilegiadas mentes se adentran en materias como la expansión del propio campo estético y toda la reflexión que ello conlleva. Creo que su primer encuentro en Madrid fue consecuencia de una entrevista que le hizo Clara Muñoz a Juan Hidalgo, se gustaron. Siempre aparecían juntos en los acontecimientos culturales cuando la ocasión lo permitía. Ambos entendían el arte como una relación compleja entre los lugares reservados al arte y la implicación del arte en formas de vida comunes.

Una amistad que permitía mantener y enriquecer sus propias identidades. La amistad entendida de esta manera, se convierte en un espacio privilegiado para una comunicación que no era necesario desvelar por completo.

Aquél fue un encuentro entre semejantes que con el paso de los años derivó en una manera común de entender la vida/arte en las que se mimetizaban hasta en el amor por lo cotidiano. Llevaron a cabo la colaboración y exploraron juntos la micropolítica de la amistad, de la percepción, del afecto y de la conversación.

Durante la década de los sesenta se había producido una ruptura en las artes visuales que supuso la llegada de un nuevo imaginario, aquello significó para algunos como Danto la muerte del arte, para otros como Adorno supuso la máxima especificidad del arte, es decir, que éste sólo existía en relación con lo que no es él, con el proceso hacia ello. Pero no solo se modificaron las artes sino también la estructura misma de la propia imagen. Este cambio radical para entender nuestra cultura contemporánea llegó décadas más tarde a Canarias.

Clara Muñoz desde sus principios como crítica de arte recogió el testigo de aquellos cambios tan necesarios para entender nuestro presente y fue ella quien apostó decididamente por abrir las puertas del arte en Canarias al pensamiento artístico contemporáneo internacional. Clara, desde la ultraperiferia y apoyada por artistas entre los cuales tuve la suerte de encontrarme, consiguió vincular su pensamiento al debate artístico contemporáneo y a los discursos del arte que surgía en espacios fronterizos entre disciplinas, de esta manera pudo dar cabida a nuevas generaciones de artistas.

En aquellos momentos Clara Muñoz encontró en Juan Hidalgo un apoyo fundamental con el que compartir muchas ideas afines, ambos confluían en miradas comunes sobre el objeto artístico. La seriedad y el rigor creativo de Hidalgo fijaron las bases de una idea común sobre la obra de arte. La trayectoria internacional de Juan Hidalgo lo había llevado a ser una voz clave para entender los debates del arte conceptual dentro y fuera de España.

Él había sido testigo y protagonista de ese cambio que más tarde se llamó arte conceptual.

Las palabras de Clara Muñoz a lo largo de estos años, y desde entonces, han acompañado el recorrido de los artistas que desarrollamos nuestro trabajo en el post-conceptual y que encontramos afinidades con el discurso de Juan Hidalgo. El carácter dialéctico de lo que fue la relación entre ambos, es ahora un elemento primordial para entender lo acontecido en el arte contemporáneo durante las últimas dos décadas en Canarias. Lo es tanto para la reflexión artística como para sus resultados. Hubo una conversación infinita entre uno y otro. Construyeron experiencias y conocimientos que perdurarán a lo largo del tiempo por contener las claves de la configuración de nuestra propia contemporaneidad.

En la exposición Dos amigos cuya inauguración tendrá lugar este 22 de abril. a las 20.30 horas, podremos ver el último deseo de Clara Muñoz, ver reunida una serie de acciones fotográficas de Juan Hidalgo que seleccionó junto a la amiga de ambos, Saro León. En palabras de Clara Muñoz acerca de dicho trabajo: "Sus acciones desvelan la auténtica naturaleza de los objetos, su infinita interpretación, su total dependencia de una forma y de un nombre, para en su liberación conceptual dotarlos de indeterminación y verlos transformarse ante nuestros ojos en sustancia, en algo no tan conveniente, no tan adecuado, en mera forma, en mera palabra. Sus palabras adquieren la incertidumbre de la indeterminación mientras los objetos, esos maravillosos objetos cotidianos en mano del artista, se impregnan de componentes narrativos, son los silencios los que invitan al espectador a formar parte de su obra. No nos referimos a los silencios estratégicos que preconizan un acontecimiento dramático, sino a aquellos que son utilizados como material, como recurso, como puerta de acceso al azar. Es el silencio de Juan Hidalgo el que generosamente entrega al espectador, siendo la componente fundamental de toda indeterminación. Juan Hidalgo sabe jugar con el poder evocador del objeto en sí mismo, cambiando el registro de su significado habitual. En esa intersección de lenguajes por los que se desplaza la obra, recoge del conceptual el valor de la palabra como origen del pensamiento y de los propios objetos. La palabra se convierte en materia de conocimiento y nos hace regresar a los orígenes de las cosas. Los objetos se tornan maravillosos en las manos del soñador".

Clara Muñoz comentó que Juan Hidalgo es un artista de su tiempo y de su espacio, que su obra hace retroceder el espacio ante él y que nada cobra mayor importancia que el accesorio, la periferia y lo nimio. La búsqueda de lo esencial no es otra cosa que la meta. La materia de todo lo que tiene la posibilidad de ser. Tal vez la palabra. Esa palabra indeterminada que solo cobra sentido en manos de artistas como Juan Hidalgo. Porque él es capaz de producir realidad. La única realidad posible, la que está formada por objetos equívocos, y por palabras tan distantes como carentes de todo menos de forma, de representación topográfica. Palabras codificadas para crear códigos y objetos cargados de narraciones y deseos también codificados.

El día 22 de abril tenemos una cita fundamental, tenemos la ocasión de encontrarnos con Clara Muñoz una vez más, de reconocer ese espacio de confluencia junto al maestro Juan Hidalgo y de poder compartir sus silencios, silencios, que en palabras de Clara: "nos inicia en un conocimiento profundo de su mundo como artista y su elocuencia nos despista entre las formalidades de una conducta refinada y exquisita".

Esa noble conducta que compartían ambos nos llevará a ver en esta cita, un último homenaje especial que Juan Hidalgo quiere hacerle a Clara y que guardaré como un secreto, para volver a tener futuro junto a ellos. Te guardaré un secreto más, querida Clara, porque como dijiste en tus textos acerca de la obra de nuestro amigo Juan Hidalgo "...al final todo se recoge y la obra desaparece. No queda nada que musear, nada en el escenario. No hay obra ni objeto resultante, todo ocurre como en un concierto. Como en el instante de la muerte, ya todo es pasado. Construcción y deconstrucción del mundo teniendo la muerte como meta y partida, como fin y principio, como única posibilidad de retorno, como único momento para la interpretación del pasado, que será múltiple y diversa porque el tiempo aportará más incógnitas que ecuaciones y todo cobrará nuevos significados. Esto es lo que queda ¿de qué? si al principio no había nada. Quizás de la mera voluntad de ser o de llevar a cabo un acto vacío de contenido, indeterminado, interpretable pero perfectamente estructurado en el tiempo y el espacio".

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