Cada obra de Christophe Chabouté es un regalo para los sentidos. Títulos que saben combinar de forma prodigiosa la sencillez con la profundidad a través de una técnica tan personal como convincente. Así se pudo comprobar con Moby Dick y y Un poco de madera y acero, dos magníficas obras de cabecera que demuestran los niveles de comunicación a los que puede llegar un arte como el cómic en cuanto a medio de expresión y con las cuales el autor francés se situó en el olimpo de este género. Pero pocos imaginaban, sin embargo, que su capacidad de síntesis y de lirismo pudiera llegar aún más lejos. Pues bien, esto es lo que ocurre con En soledad. La aventura de dos pescadores, plasmada en su siempre poético blanco y negro, con contados diálogos, profundiza en el hecho de que nuestra percepción de la realidad está condicionada a lo que hayamos vivido.