Los soñadores son quienes cambian el curso de la Historia y en la Segunda Guerra Mundial cuatro que jugaron un papel fundamental en su resolución han pasado casi desapercibidos para el gran público: el físico alemán Werner Heisenberg, uno de los artífices de la bomba atómica; el matemático británico Alan Turing, creador de la inteligencia artificial; el físico húngaro Leo Szilard, que trabajó en el Proyecto Manhattan y el oficial británico que dirigió el Mando de la Fuerza Aérea Británica durante la batalla de Inglaterra, Hugh Dowding. Estos son los elegidos por el historietista francés Edmond Baudoin y su compatriota, el matemático Cédric Villani, para crear una obra que se sitúa entre la divulgación científica y la lírica, ahondando en las reflexiones más humanas de estos genios que casi no recibieron ningún reconocimiento. El caso más conmovedor es el de Turing, cuya historia está narrada tomando como hilo conductor a Porgy, el osito de peluche al que recitaba tratados científicos. El dibujo de Baudoin, como es habitual en blanco y negro, se mueve entre la pintura y el cómic, con trazos desasosegantes realizados a través del pincel.
