El pasado jueves 14 de julio se inauguró en la Sala de Exposiciones Clara Muñoz del Gabinete Literario la exposición que lleva por título Clara Home. Una muestra que recoge obra de artistas vinculados a la vida de la historiadora y crítica de arte, Clara Muñoz, fallecida en el mes de diciembre del pasado año. Casi cuarenta obras la componen a través de la cual se hace una lectura íntima y personal de un período del arte en Canarias que comprende más de tres décadas. Las piezas expuestas pertenecen a la colección privada de Clara. Reunida a lo largo del tiempo, se vincula con su trabajo y su vida. La exposición plantea una línea discursiva consecuente con su idea de lo que es el arte y su papel como reflejo de una era caracterizada, fundamentalmente por la incertidumbre.
Conocí a Clara a mediados de los años ochenta aunque hacía años que oía hablar de ella a nuestro amigo común Boro González Hidalgo. Llevaba un corte asimétrico realizado por el estilista José Román con el que se identificaba especialmente. No dudé por un momento que estaba ante una mujer excepcional. Magnífica conversadora, no daba nada por sentado salvo su profundo amor por el arte como consecuencia de la reflexión inteligente y por tanto opuesta a todo lo convencional. Sin embargo, sus primeros textos estuvieron vinculados a los grupos de música del momento. Durante los años de estudios en Madrid acudía con frecuencia a los locales de la Movida Madrileña. Tenía un vasto conocimiento de las corrientes musicales alternativas tanto nacionales como internacionales. No se perdía un concierto. De esa primera época mantuvo numerosas amistades tanto en Las Palmas como en Tenerife.
Siempre inquieta por la cultura se vinculó a la primera etapa de la Regenta en colaboración con Manuel Padorno. Inició su labor de crítica de arte en LA PROVINCIA. Entabló una gran amistad con artistas como José Lirio, Jorge Ortega, Domingo Díaz, Francis Naranjo y Jerónimo Maldonado. Los fines de semana nos veíamos en Farray y nos encariñamos con diseñadores como Emilio Hernández o María González.
Nos casamos en 1989. Seducidos por las ciudades vinculadas a los movimientos de vanguardia del período de entreguerras, fuimos de viaje de bodas a Berlín. No nos decepcionó. Un mes después cayó el Muro. Poco después de nuestra vuelta, se inauguraba el Centro Atlántico de Arte Moderno de la mano de Martín Chirino con quien tuvo siempre una gran amistad. A finales de los ochenta conocimos a Mapi Moreno. Algunos años más tarde, Mapi la llamaría para colaborar con ella en la incipiente sala de exposiciones de la Universidad, La Palmita. Dentro del mundo cultural no puedo dejar de recordar la estrecha amistad que tuvo con personas como Gopi Sadarangani, Javier Durán, Antonio González o Diego Hernández. Las tertulias en el Hotel Madrid eran habituales.
Ella hablaba de arte conmigo y yo de música clásica, jazz y arquitectura, un mundo demasiado especializado por aquel entonces. Al poco tiempo entabló amistad con Magüi González la que fue su mejor amiga hasta sus últimos días. En el año 1992 conoció al artista José Ruiz a quien quería especialmente. Es difícil definir el vínculo tan profundo que se estableció entre ellos. Colaboraron asiduamente a partir de ese momento. Fruto de esa triple alianza es la Casa Ruiz que Magüi proyecta para Jose en San Cristóbal años más tarde.
Abanderaba ya por entonces una corriente posconceptual que se localizaba en espacios fronterizos entre distintas disciplinas. Se interesó por la obra de artistas como Sergio Brito, Fernando Larraz o Luis Navarro. Inspirada en un cuadro de Luis, Clara prepara una exposición que va a simbolizar una apuesta decidida por los nuevos creadores: Millares de Excusas. A mediados de los noventa conoce en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a quien todos llegamos a considerar su alma gemela: Juan Hidalgo. Clara lo vio siempre como un francotirador, valiente y genial. Los que fuimos testigos de esa profunda amistad nos sorprendíamos al ver el amor que existió siempre entre ellos.
En esta época comisaría dos exposiciones inolvidables: "Las favoritas de octavo" y "Pieles". Esta última se lleva al Colegio de Arquitectos de Tenerife y sirve de referente para establecer un vínculo con algunos de los más destacados arquitectos de la isla vecina.
En el 2003, el Gabinete Literario le ofrece dirigir una galería que se monta en la última planta del singular edificio. El lugar se convierte en un referente tanto para artistas emergentes y experimentales como para arquitectos. Convoca entonces a los estudios de arquitectura que más le interesan. La exposición de los proyectos debía alejarse de la forma convencional existente hasta ese momento, normalmente un montaje fotográfico en el que se empleaba como soporte el cartón pluma. GPY inauguró esta iniciativa con una magnífica instalación. Magüi González prepara una magnífica sala de exposiciones en el semisótano del Gabinete Literario que ahora lleva (su) el nombre de Clara Muñoz y alberga actualmente esta exposición.
En esa etapa, participa en cinco ocasiones en la bienal de Dakar y colabora estrechamente con Antonio Zaya en las dos primeras bienales de Canarias como Delegada en Gran Canaria. Todo ello sin dejar de escribir habitualmente en las Paginas Culturales de la Provincia, en el Canarias7 y en la Revista Atlántica bajo la dirección de Octavio Zaya.
Asistía a las inauguraciones de la galería de Manuel Ojeda y se relacionó de manera muy estrecha con la galerista Saro León. Saro se pone de acuerdo con Juan Hidalgo para hacerle un sentido homenaje a Clara en su espacio expositivo el pasado mes de mayo titulado "Dos amigos", allí se reúne gran parte de sus allegados, en la que Juan realiza: "Los amores de Clara". Interviene su propio piano con cintas de los colores de la bandera de Gran Canaria y la bandera republicana.
Con anterioridad, a finales del mes de enero, en el homenaje que se hizo en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife se cuelga una fotografía del magnífico retrato que le hizo Alexis W. En esa ocasión Magüi dice unas palabras que sirven de base argumental para la exposición en el Gabinete: "Clara siempre fue como una casa". Lo acertado de esta definición reside en estar de acuerdo con una magnífica colección de arte que reunió a lo largo de toda su vida. Atesoraba estos recuerdos con cariño y orgullo. Era la obra de sus artistas favoritos. Son precisamente esos artistas y arquitectos los que han sido convocados por los responsables de la Sala de Exposiciones de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para rendirle, el próximo 30 de septiembre un homenaje a Clara en la que presentarán obra vinculada a su persona o a la relación que Clara mantuvo con ellos.
Clara no sólo se limitaba a escribir sobre obra realizada, también debatía en muchas ocasiones con los artistas y ponía en duda sus propias premisas. A menudo los motivaba para generar nuevas propuestas. Fue una metodología de trabajo intelectual que estimulaba al artista a debatir y a argumentar su propio trabajo. Esa motivación sigue vigente aún en muchos de ellos. La labor más importante de un crítico es hacer visible lo invisible, dar luz sobre la obra de arte. Tal vez sea eso lo que difumina la frontera entre trabajo y amistad con los creadores. Se hace vigente el famoso ensayo de Oscar Wilde. "El crítico artista".
A mediados de octubre, el CAAM ha programado también una exposición en homenaje a Clara, esta vez compartida con dos mujeres más del mundo de la cultura. Lola Massieu y Zoulikha Bouabdellah. Debido a limitaciones de espacio se ha concebido una muestra con un grupo más reducido de artistas cuyos inicios estuvieron vinculados al arte conceptual aunque posteriormente derivaran (pero que derivaron) hacia postulados diferentes.
Esta cadena de homenajes está siendo recogida en un vídeo diseñado y editado por Alex Veló y Lola Hidalgo. En está ocasión se incluirán las imágenes de esta muestra junto a las opiniones de los familiares que conviven con su colección privada. En las próximas exposiciones este vídeo irá creciendo al recoger las palabras de los artistas. El vídeo está diseñado con la proyección corporativa de la marca "Clara muñoz Project", una marca dinámica que irá cambiando en cada exposición o publicación que se haga de Clara. "Clara Muñoz Project" será un espacio destinado al arte desde el que se impulsarán propuestas experimentales de creadores emergentes artistas y arquitectos, bien para la Sala de Exposiciones Clara Muñoz, o bien para otros espacios destinados al arte contemporáneo. Magüi González y José Ruiz colaborarán conmigo en este proyecto para que la labor de Clara tenga continuidad en el futuro. Tal vez porque no podemos aceptar que se haya ido.
Al trasladar parte de su colección al Gabinete Literario, incluso su salita tapizada en verde, nos hemos dado cuenta de que los objetos trascienden la realidad geométrica de la casa y los amigos, la limitación genética de la familia. La creación es depositaria de las ideas y la obra de arte nos ayuda a que el tiempo permanezca en nuestra memoria.
La muestra está imaginada para que el universo de Clara Muñoz nos envuelva y nos convenza de que a veces, aunque la mejor jugada que tenemos es perder nunca debemos dejar atrás más que una prueba de amor por lo que más deseas.
