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AMALGAMA

Antropoceno

Antropoceno

El Pleistoceno, una época que se consensúa que comenzó hace más de dos millones de años y terminó hace unos diez mil años, es evidente que ha acabado. Se utilizó el Holoceno, desde 1867, para hablar de esa nueva época antrópica que comenzó hace unos 11.700 años, según se definió por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, en 2008. No obstante, se ha afinado aún más en un congreso llevado a cabo este mismo mes en Sudáfrica, y se ha propuesto nombrar la actual época, que cierra el Holoceno, como Antropoceno, término ideado por el premio Nobel de Química Paul Crutzen, en el año 2000. Previamente, Michael Samways, en 1999, en su artículo Traslocación de fauna a tierras extranjeras: aquí viene el Homogenoceno, publicado en la revista Journal of Insect Conservation, propuso el término Homogenoceno para la definición de esa citada época caracterizada geológicamente porque disminuye la biodiversidad en el planeta. El ordenamiento del hombre en sociedades politizadas y metropolitanas desde hace 10.000 años, con la agricultura, la deriva continental, la ganadería y la consecuente ola de extinciones de varias especies, se ha acelerado desde la revolución industrial, comenzando un crecimiento o exponencial o logarítmico, que está barriendo la diversidad sobre la faz de la tierra. En esto es muy importante advertir que, colateralmente, en todo esto está surgiendo un elemento inmaterial que es protagonista principal de este cambio depredatorio: la razón humana. En efecto, Vladimir Vernadski ha propuesto la noosfera, ámbito del conocimiento y la información, que se ha convertido en una fuerza geológica. Pareciera que todo, no obstante, está preparado, pues ahí estaban sobre el planeta los combustibles fósiles, petróleo, carbón, gas, madera y cemento, y a consecuencia de todo esto se espera una avalancha de plastiglomerados, rocas formadas por plástico, arena y desechos humanos, que serán las que configurarán el futuro geológico de la superficie de la tierra. De forma que en este 35o Congreso Geológico Internacional se ha decidido denominar a esta época finalista como Antropoceno, con un comienzo aproximado en la mitad del siglo XX, con 34 votos a favor y una abstención. La humanidad crea a gran escala basura que no se descompone, y se generarán tecnofósiles como CD, recipientes plásticos, chatarra electrónica, con capacidad de presencia sobre el planeta, casi superior a la del propio humano. Los plásticos enterrados en vertederos pueden significar un grave problema futuro, al ceder los estratos y quedar fosilizados como muladares paleontológicos. Junto con la desaparición de muchas especies se produce la multiplicación de otras especies domesticadas y que conviven con el humano de forma carcelaria. 1964, que fue el año de impresionantes pruebas nucleares, ha cambiado la cantidad de carbono14 en la atmósfera, de forma que todos los que vivimos en esa época llevamos la marca indeleble de ese comienzo antropocénico. Paul Ehrlich, de la Universidad de Stanford, remarca que ya hemos llegado a la sexta extinción masiva, con tasas sin precedentes desde la de los dinosaurios hace 66 millones de años, a causa de los nuevos procesos de agricultura industrial, de la introducción de especies invasivas, de la introducción de emisiones procedentes de los combustibles y de la incorporación de tóxicos en los ecosistemas. El ejemplo canónico de adónde nos podemos dirigir puede ser el de Daniel Wright, profesor de turismo en la Universidad Central Lancashire, quien en un trabajo publicado en la revista Science Direct predice que en el siglo XXIII la caza de seres humanos será un hobby para los más pudientes, dado que se legalizará la muerte de seres humanos como medida demográfica, actos que, incluso, serán televisados, una vez el humanismo se haya desprendido de todo ahormamiento moral para sustituirlo por la satisfacción de las masas.

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