Hace unos años Neil Gaiman volvía a sorprendernos con un delicioso relato en su antología Humo y espejos titulado La verdad sobre el caso de la desaparición de la Srta. Finch. Lo cierto es que el personaje femenino al que se refiere el título no se llamaba así y ni tan siquiera se llegaba a saber la verdad sobre su desaparición. La historia era tan breve como inexplicable, y quizás esos sean los mayores atractivos de esta creación literaria que ha dado el salto al noveno arte con la adaptación de Todd Klein y la maestría del dibujante Michael Zulli, que ya había colaborado con Gaiman en Criaturas de la noche. La representación de un peculiar espectáculo del Teatro del sueño nocturno, un circo a medio camino entre El tenebroso circo de los extraños y el Théâtre des Vampires de la serie Crónicas Vampíricas de Anne Rice, es la excusa para disfrutar de un cómic esteticista en el que Zulli crea, con un trazo muchas veces impreciso, huidizo, pero en la mayoría de las ocasiones perspicaz, unas viñetas tan fantásticas como la historia que ilustran. El color, por otro lado, es tan vivo como el del pinzón, que es precisamente lo que significa Finch.
