La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La vida en los gerundios

'La acústica de los iglús' es el debut literario de Almudena Sánchez con una selección de 10 relatos de la mano de la editorial Caballo de Troya

La acústica de los iglús es la metáfora que da título al debut literario de Almudena Sánchez (Palma de Mallorca, 1985) y que anticipa la potencialidad de su prosa: afinar la música en la hora más fría del invierno. Este título reúne 10 relatos breves, capitaneados por el escritor Alberto Olmos, editor invitado de la editorial Caballo de Troya (dentro del grupo editorial Penguin Random House) el pasado 2016, y que ya rebasa su cuarta edición al abrigo de una de las revelaciones de las nuevas voces narrativas.

El material que frecuenta su autora remite a las cuestiones universales más literarias, la soledad, el desamparo, las huidas hacia delante y hacia atrás, el misterio de uno mismo; pero su talento narrativo maneja estos hilos con un juego de lirismo, ingenio, ironía y agudeza visual, que convierte el conflicto más cotidiano en una poderosa imagen poética.

Los personajes de La acústica de los iglús transitan entre lo común y lo extraordinario, la ingenuidad y la amargura, la vida y la muerte, "manteniéndose siempre en su elegante y frágil supervivencia", esboza Sánchez. "Lo peor sucede así, cuando estamos yendo a algún sitio y no acabamos de llegar. (...) Lo peor de la vida sucede en los gerundios", glosa el primer cuento.

Al igual que los antihéroes de Sergi Pàmies en La bicicleta estática (Anagrama), sus personajes pedalean hacia su propio naufragio en las fronteras entre la realidad y la ficción. Pero así como en los gerundios del escritor parisino triunfa la épica de lo cotidiano, los personajes de La acústica de los iglús buscan su refugio en lo onírico.

Así, en El frío a través de los engranajes, un padre es engullido por las arenas movedizas y su familia huye en furgoneta en busca de una cierta seguridad, "que es lo mínimo que se puede esperar de un trozo de suelo". Y en las epopeyas sucesivas, una joven soñadora en paro se eleva hacia la bóveda celeste para limpiar la basura espacial y, de paso, olvidar a un antiguo amor. También los jóvenes genios "se levantan un día y notan que llevan el arte incrustado", porque el arte es como un boomerang que se lanza al aire con dirección a ninguna parte; y la propia vida se manifiesta en un hombre ciego nadando en sueños, en una piscina olvidada en un motel, sin barandillas ni escaleras para escaparse.

Cada relato de Almudena Sánchez encierra un universo de ensoñaciones e interrogantes construido sobre "los pequeños instantes", como indica el poeta Roger Wolfe, que nos recuerda que, tal como suscribe Sánchez en el relato inaugural, La señora Smaig, "el mundo está lleno de posibilidades por dondequiera que uno vaya".

Compartir el artículo

stats