Jack Kirby es el Rey Midas del cómic norteamericano. Y, junto a Stan Lee, la figura más trascendental en el ámbito de los superhéroes. Sin ir más lejos, fue el principal autor de la Edad de Plata del noveno arte ya que de su imaginación salieron personajes tan importantes para la cultura popular como Thor, Estela Plateada o Hulk, además de supergrupos del tipo Los 4 Fantásticos, Los Vengadores o X-Men.
Sin embargo, un suceso conmocionó a la industria del cómic el día en que Kirby decidió abandonar Marvel para entrar a trabajar en la competencia DC. Un cambio que muchos consideraron arriesgado teniendo en cuenta lo prolífico que había sido hasta entonces. Sin embargo, y a pesar de lo que creyeron, este periodo se convertiría en la etapa más personal del autor neoyorquino creando series sin parangón hasta ahora como Kamandi y, principalmente, El Cuarto Mundo gracias a que, ahora sí, podía tener el control absoluto de su obra.
Precisamente, este último título ha quedado como su obra magna. Se trata de cuatro series distintas protagonizadas por Jimmy Olsen, Los Nuevos Dioses, Los Jóvenes Eternos y Mr. Milagro que fueron publicadas entre 1970 y 1974 revolucionando completamente el medio. Ahora, y en el marco del centenario de su nacimiento, Ecc reedita en cuatro volúmenes los sesenta episodios de dichas aventuras donde continúa, desde otro punto de vista, su trabajo en Marvel, sólo que desde un punto de vista mucho más trascendental y políticamente comprometido con el que intenta crear una mitología americana. Realmente El Cuarto Mundo es una epopeya sobre la lucha eterna entre el bien y el mal, a una escala que empequeñecía las mitologías más barrocas y elaboradas. Los protagonistas alcanzaban en muchos casos una estatura mítica, aunque tuviesen comportamientos de lo más prosaico.
Frente a ellos se encuentra un villano llamado Darkseid, un término homófono de darkside, lado tenebroso en español, un malhechor de una maldad siniestra, calculadora, fría y absoluta. Como telón de fondo, la amenaza de un apocalipsis inminente cuyo desenlace se pospuso hasta la publicación finalmente de la novela gráfica The Hunger Dogs en 1985.
Para plasmar en imágenes este conflicto cósmico, la imaginación de Kirby se desbordó en un torrente de innovaciones gráficas de gran impacto visual: diseños colosales, arquitecturas imposibles, un despliegue de energía sin precedentes que culminaba en las viñetas a doble página. Con estos recursos, la historia del Cuarto Mundo alcanzó una dimensión mítica. Sobra decir que a partir de la publicación de estas aventuras los universos paralelos, los otros universos, o los universos oscuros en los que se manejaban superhéroes, réplicas de superhéroes, o donde surgía la parte siniestra de estos personajes, aparecerían en toda una serie de números que inspiraron a Alan Moore, Jim Starlin, Mike Mignola, John Byrne, Frank Miller, Grant Morrison o Walter Simonson. Un título imprescindible que estaría en una lista como las diez mejores obras de la historia del cómic.
