El segundo disco de Angaleena Presley la sitúa como una de las mejores cantantes de música tradicional que hay en Estados Unidos. Y demuestra que su trabajo en el grupo Pistols Annies, y sus muchos años viviendo en Tenesse, han servido para mucho. La estrella de Kentucky sorprende con este fenomenal disco de rock and roll que incluye un poco de todo, pero que , en líneas generales, desprende una elegancia crooner contemporánea con una ambiente cercano a bandas como American Music Club o Lambchop. Así, hay desde temas country a lo Lucinda Williams como Only blood, hasta rhythm and blues con energía funky y esencias hardrock en Mama I tried. Sorprende con un Cheer up little darling en donde se va a las mismísimas raíces de la música, para luego pasearse por el maravilloso rock de Good girl down con un toque de punk primitivo que encantaría a los Dead Boys. Un disco que recupera las esencias del country mezclado con el punk, la big band, el swing y el rockabilly muy cercano a los clásicos The Reverend Horton Heat.
